Por ROBERT TUTTLE
El líder del corazón petrolero de Canadá calificó la decisión del presidente Joe Biden de cancelar el proyecto del oleoducto Keystone XL como un “insulto” e instó al primer ministro Justin Trudeau a considerar las represalias.
“Este es un puñetazo para las economías de Alberta y Canadá”, dijo el primer ministro de Alberta, Jason Kenney, en una conferencia de prensa el miércoles. “Es un insulto”.
El año pasado, el gobierno de Kenney invirtió 1.100 millones de dólares del dinero de los contribuyentes para reactivar la construcción del oleoducto que transportaría más de 800.000 barriles diarios de crudo de las arenas petrolíferas de Alberta hasta la costa del Golfo de Estados Unidos.
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Kenney dijo que Trudeau debería exigir que la nueva administración estadounidense se siente y discuta el proyecto en el contexto de la política ambiental, climática y de seguridad. Si eso falla, Canadá debería estar dispuesto a imponer medidas punitivas “significativas” contra su mayor socio comercial.
La decisión de Biden el miércoles costará a más de 2.000 personas sus puestos de trabajo para construir el proyecto, dijo Kenney.
El oleoducto es uno de los tres proyectos con los que contaban los productores de arenas petrolíferas de Alberta para llevar su crudo a los mercados extranjeros después de luchar durante años con la falta de oleoductos de exportación. Los ambientalistas argumentan que el oleoducto empeoraría el calentamiento global al estimular el desarrollo de arenas petrolíferas intensivas en carbono.
Si Biden no revierte su decisión sobre el oleoducto, Alberta está preparada para “usar todos los medios legales” para buscar una compensación a través de los tribunales, dijo Kenney, y agregó que la provincia ha consultado a expertos legales y “tiene un caso sólido que presentar”.
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