Por NEW ATLAS
Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (International Space State, ISS) han realizado tres paseos espaciales durante 10 días para instalar un nuevo conjunto de paneles solares en el casco exterior de la envejecida nave. A los dos paneles solares recién instalados se sumarán otros cuatro que suministrarán energía a la estación, que servirá de trampolín para el programa de exploración lunar Artemis.
La Estación Espacial Internacional es una maravilla tecnológica que, desde noviembre de 2000, es el único puesto de avanzada más allá de la envoltura atmosférica de la Tierra que acoge continuamente a una tripulación humana. Mide más de 111 metros de ancho y está dotada de blindaje contra la radiación y otras tecnologías necesarias para mantener a una tripulación de astronautas viva, sana y productiva durante períodos prolongados.
Sin embargo, aunque la estación está muy bien diseñada, algunas de sus partes tienen ya más de dos décadas de antigüedad y empiezan a mostrar signos de degradación. En la actualidad, la NASA y sus socios están inmersos en un ciclo constante de reparación, renovación y sustitución para mantener el funcionamiento de la estación.
Recientemente, el astronauta de la NASA Shane Kimbrough y el astronauta de la ESA Thomas Pesquet se embarcaron en una serie de tres paseos espaciales para mejorar la capacidad de generación de energía de la estación, añadiendo otros dos paneles solares en el exterior de la estación.
La primera caminata espacial tuvo lugar el 16 de junio, duró un total de 7 horas y 15 minutos, y en ella el dúo se encargó de reunir los voluminosos paneles solares y transportarlos al lugar de instalación. No obstante, durante la caminata, el traje de Kimbrough experimentó una avería en su Módulo de Visualización y Control, que controla la temperatura, las funciones vitales y la presión del traje del astronauta mientras está fuera de la estación. En consecuencia, el astronauta de la NASA se vio obligado a volver a la esclusa para solucionar el problema.
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Aunque el equipo pudo reiniciar el sistema y remediar el problema, el proceso llevó mucho tiempo valioso, y provocó que Kimbrough y Pesquet no pudieran completar la instalación del primer conjunto.
El 20 de junio, el equipo se aventuró de nuevo fuera de la esclusa para la segunda caminata espacial. Kimbrough y Pesquet empezaron por sacar los paneles de sus tubos de transporte y luego procedieron a alinear y conectar los cables de datos y de alimentación del primer conjunto.
Esta última tarea se completó cuando la estación pasó a su fase nocturna -durante la cual la Tierra se situó entre la ISS y el Sol- para garantizar que no hubiera riesgo de que el equipo recibiera una descarga eléctrica. Pero tampoco estuvo exento de problemas. Pequet se vio obligado a utilizar un trozo de cable para una reparación improvisada cuando la cámara y el sistema de iluminación de Kimbrough se desprendieron parcialmente del soporte del casco.
Durante la última caminata espacial, que tuvo lugar el 25 de junio, los astronautas lograron fijar y conectar los cables del segundo panel solar, y las dos nuevas adiciones han estado suministrando energía a la estación desde entonces.
Finalmente, la estación espacial se ampliará con un total de seis nuevos paneles solares, que supondrán un aumento del 20-30% de la capacidad de generación de energía de la ISS, que actuará como trampolín para el programa Artemis y cumplirá otras funciones. La estación espacial Lunar Gateway que orbitará la Luna estará alimentada por el mismo tipo de paneles diseñados por iROSA desplegados en la ISS.