Por WORLD ENERGY TRADE
El Reino Unido presentó sus planes para descarbonizar los sistemas de transporte, eliminando para 2040 la venta de todos los vehículos de carretera contaminantes y comprometiendo al sector de la aviación a un objetivo de emisiones netas cero para 2050.
Según el comunicado de prensa del Gobierno, una parte clave de la hoja de ruta es el objetivo de “eliminar gradualmente la venta de nuevos vehículos pesados de transporte de mercancías (HGV) de diésel y gasolina para 2040”.
Si se cumple, esta ambición, sometida a consulta, complementaría los planes anunciados anteriormente por el Gobierno de poner fin a la venta de nuevos vehículos y furgonetas diésel y de gasolina para 2030 y exigir que, a partir de 2035, todos los vehículos y furgonetas nuevos tengan cero emisiones de gases de escape.
Las autoridades también se proponen conseguir una red ferroviaria con cero emisiones netas para mediados de este siglo y quieren que la aviación tenga cero emisiones netas para 2050.
El cambio a un sector de transporte con cero emisiones, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del Reino Unido, requerirá una importante inversión en áreas como la infraestructura de recarga y el desarrollo de nuevos sistemas y tecnologías.
En una declaración escrita ante el Parlamento del Reino Unido, el Secretario de Transportes, Grant Shapps, dijo: “El plan publicado hoy es realmente muy ambicioso, técnica y factiblemente, para todas las áreas del transporte y señala que la descarbonización dependerá, en parte, de la futura tecnología del transporte, junto con el necesario cambio de comportamiento y de la sociedad”.
Dijo también que las propuestas proporcionarían una “vía creíble” para que todo el sector del transporte alcance el objetivo de cero emisiones a mediados de siglo, mientras el país se prepara para acoger la crucial cumbre del clima COP26 en noviembre.
El año pasado, el Primer Ministro Boris Johnson anunció un plan de 10 puntos para una “revolución industrial verde” para hacer frente al cambio climático, que incluía la prohibición de la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel para 2030.
El Gobierno dijo que ahora eliminará progresivamente la venta de vehículos más pesados a lo largo de la siguiente década, o antes si parece factible una transición más rápida.
Entretanto, fijará el objetivo de lograr la neutralidad de carbono en los vuelos nacionales y en todos los aeropuertos de Inglaterra para 2040, y en los vuelos internacionales para 2050.
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Entre los que reaccionaron al plan se encuentra Helen Clarkson, directora general de la organización internacional sin fines de lucro The Climate Group. “No hay un mundo en el que la descarbonización del transporte se produzca de la noche a la mañana”, dijo, “así que esperamos que el Gobierno aclare más los plazos de estos planes y los animamos a que pasen de la ambición a la acción”.
“En el caso de la aviación, los objetivos de cero emisiones son bienvenidos, pero llegar a ellos sólo con avances tecnológicos es una apuesta muy grande con muchas probabilidades”, añadió Doug Parr, científico jefe de la organización ecologista Greenpeace UK.
La respuesta de la industria
El anuncio del miércoles suscitó una respuesta mixta por parte de un amplio espectro de actores de la industria. Elizabeth de Jong, directora de políticas de Logistics UK, dijo que el plan del Gobierno “ayudará a proporcionar a las empresas de logística confianza y claridad sobre los pasos que deben dar en el camino hacia el cero neto”.
“La consulta sobre las fechas propuestas para la eliminación de los nuevos vehículos pesados de gasoil debería permitir a las empresas avanzar con confianza”, añadió.
Por su parte, la Asociación de Transportistas por Carretera (RHA) afirmó que, aunque apoya la descarbonización de los camiones, el plan del Gobierno es “especulativo, potencialmente perjudicial para las empresas y poco detallado”.
Richard Burnett, director general de la RHA, afirmó que la propuesta, tal y como estaba, era “poco realista”.
“Estos vehículos pesados alternativos todavía no existen: no sabemos cuándo lo harán ni lo que costarán”, dijo. “Tampoco está claro cómo será la transición; se trata de una aspiración de cielo azul”, añadió.