Por Bloomberg – 25 de enero de 2022 (World oil)
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Estados Unidos y sus aliados del Golfo han discutido formas de responsabilizar al grupo hutí de Yemen después de que los combatientes respaldados por Irán atacaran los Emiratos Árabes Unidos por segunda vez en una semana, dijo la Casa Blanca.
Las conversaciones se producen después de que los hutíes lanzaran misiles contra Abu Dabi el 24 de enero, que fueron interceptados por las fuerzas estadounidenses estacionadas en una base militar local. El ataque, que conmocionó al mercado petrolero y presionó a las acciones locales, se produjo apenas una semana después de que los Emiratos Árabes Unidos sufrieran su primer ataque mortal en la guerra de siete años en Yemen.
El asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan, se reunió con enviados a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudi para “discutir los ataques hutíes en curso contra objetivos civiles que han resultado en víctimas civiles en ambos países”, dijo la Casa Blanca en un comunicado el lunes. No dio más detalles sobre cómo los países harían que el grupo rindiera cuentas.
Emiratos Árabes Unidos es parte de una coalición militar liderada por Arabia Saudita que ha estado luchando contra los hutíes en Yemen. La semana pasada, el grupo lanzó drones contra el aeropuerto de Abu Dhabi y un depósito de combustible, matando a tres personas, y prometió más ataques contra el centro financiero y turístico de Medio Oriente.
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El 24 de enero, las fuerzas estadounidenses en la base aérea de Al Dhafra en los Emiratos Árabes Unidos trabajaron con las fuerzas locales para usar múltiples interceptores Patriot contra dos misiles entrantes, según un comunicado del Comando Central de EE. UU. Las fuerzas estadounidenses “establecieron una postura de alerta intensificada en el momento del ataque” que involucró a “aviadores que usaron búnkeres disponibles”.
La escalada llega en un momento crítico para la diplomacia regional. El apoyo de larga data de Irán a los hutíes significa que los incidentes podrían alterar los frágiles esfuerzos diplomáticos para aliviar las fricciones con los vecinos del Golfo Pérsico, así como negociaciones más amplias para restaurar el acuerdo nuclear de Teherán de 2015 con las potencias mundiales.