Por Jennifer Dlouhy – 24 de junio de 2022 (World oil)
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El gobierno de Biden está considerando activar requisitos más estrictos contra el smog que podrían frenar la perforación en partes de la Cuenca Pérmica, el campo petrolero más grande del mundo que se extiende a ambos lados de Texas y Nuevo México.
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La Agencia de Protección Ambiental está sopesando etiquetar partes de la Cuenca Pérmica como violando los estándares federales de calidad del aire para el ozono, una designación que obligaría a los reguladores estatales a desarrollar planes para tomar medidas enérgicas contra esa contaminación que forma smog. La medida, descrita en un aviso regulatorio , podría generar nuevos requisitos de permisos y escrutinio de las operaciones de perforación.
Los niveles de ozono en la cuenca han superado un estándar federal “durante los últimos años, realmente desde que despegó el auge del fracking en el Pérmico”, dijo Jeremy Nichols, director del programa de clima y energía de WildEarth Guardians. El grupo de conservación solicitó formalmente a la EPA la llamada designación de incumplimiento en marzo de 2021 y, aproximadamente seis meses después, advirtió a la agencia que tenía la intención de demandar para forzar la acción. La designación “básicamente dice que tienes que limpiar este desastre o las consecuencias serán aún más severas en cuanto a la restricción de tu capacidad para permitir más contaminación y más desarrollo”, dijo.
Si bien Texas no tiene monitores que tomen lecturas de ozono en su lado del Pérmico, los monitores al otro lado de la frontera en los condados de Eddy y Lea de Nuevo México han registrado niveles promedio de ozono a nivel del suelo que superan el estándar de 2015 de 70 partes por mil millones durante varios años consecutivos . Incluso en niveles bajos, el ozono puede empeorar el asma, el enfisema y otras enfermedades respiratorias..
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Si se considera que la región está en violación, los reguladores estatales tendrían tres años para desarrollar planes para reducir los niveles de ozono, incluso evitando que las nuevas instalaciones industriales empeoren la calidad del aire y asegurando que los sitios existentes implementen tecnología para mantener a raya la contaminación.
La incertidumbre resultante podría limitar el desarrollo energético en la región, dijo Todd Staples, presidente de la Asociación de Petróleo y Gas de Texas. “Crear incertidumbre sobre los permisos e insertar barreras regulatorias innecesarias solo tendrá un impacto negativo en la producción necesaria para satisfacer las necesidades de los consumidores”.
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