Por World oil – 05 de julio de 2022
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El presidente Joe Biden y los demócratas del Senado han revivido su agenda progresista “Reconstruir mejor” para continuar con una ola de gastos de casi dos años , pagada con deuda y aumentos de impuestos en casi todos los estadounidenses. Pocas ideas son más desastrosas desde el punto de vista económico que gastar deuda en un entorno inflacionario y aumentar los impuestos durante una recesión. Y los demócratas planean hacer precisamente eso.
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La propuesta partidista pendiente gasta $ 370 mil millones en varias piezas de la agenda climática radical Green New Deal, aumenta los impuestos en $ 326 mil millones y aumenta las regulaciones sobre la producción de energía que aumentarán aún más los costos de energía en todos los ámbitos. Pero esto es más de lo mismo desde el mandato de Biden hasta la fecha. Los altos impuestos, las regulaciones innecesarias y el gasto deficitario irresponsable es lo que causó el lío en el que nos encontramos: con $ 4 por galón de gasolina, inflación en máximos de 40 años y dos trimestres consecutivos de contracción económica.
Ahora, el presidente Biden está redoblando su imprudente agenda de impuestos excesivos, gastos excesivos y regulación excesiva. Todo esto es una receta para seguir aumentando la inflación, que ya le ha costado al americano medio más de 3.000 dólares . En Texas, la ‘inflación de Biden’ está rondando el 15%, lo que le cuesta al hogar promedio de Texas alrededor de $ 755 por mes o más de $ 9,000 por año.
Solo para los demócratas de DC tendría sentido duplicar la apuesta por hacer más de lo mismo. La agenda Build Back Broken de Biden ya ha aplastado los presupuestos de los estadounidenses y ahora también quieren acabar con sus trabajos. Todo esto a pesar de que en palabras del propio presidente admitió que su agenda climática ni siquiera resolvería la supuesta crisis climática.
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A pesar de la incapacidad de la Casa Blanca para admitirlo, el país está en recesión y enfrenta una grave crisis energética: el presidente debe cambiar de rumbo de inmediato. En lugar de implorar petróleo a Arabia Saudita, debería potenciar la cuenca del Pérmico. En lugar de atacar la industria nacional del petróleo y el gas, debería desatarla. En lugar de aumentar los impuestos, las regulaciones y el gasto deficitario, debería recortarlos.
Los estadounidenses necesitan más esperanza, oportunidades y energía barata, no más política de Washington.
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