Por World energy trade – 27 de mayo de 2024
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El presidente de Guyana ha declarado que vería con buenos ojos que Chevron se uniera al consorcio liderado por ExxonMobil que explota el proyecto petrolífero en alta mar del país, valorado en más de 150.000 millones de dólares.
En octubre, Chevron ofreció 53.000 millones de dólares para comprar Hess, en parte para hacerse con el Bloque Stabroek de Guyana, uno de los descubrimientos petrolíferos más lucrativos de las últimas décadas. Hess posee el 30% del proyecto.
Irfaan Ali declaró al Financial Times que su gobierno deseaba atraer a las mayores petroleras del mundo, como Chevron, para explotar sus recursos, y sugirió que cualquier movimiento de Exxon para aumentar su participación en el proyecto podría plantear problemas de competencia.
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El acuerdo Chevron-Hess se convirtió en un enfrentamiento entre las dos mayores petroleras de EE.UU. después de que Exxon presentara una demanda de arbitraje alegando que tenía derecho preferente a comprar la participación de Hess en el proyecto de Guyana, una medida que podría aumentar su participación por encima de su actual 45%.
Exxon alega que tiene derecho de tanteo para adquirir la participación de Hess Corp en el bloque Stabroek, del que Exxon y sus actuales socios extraen más de 500.000 barriles diarios de crudo de varios proyectos.
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Los mayores productores de EEUU en Guyana
«No utilizaría la palabra nervioso», dijo Ali cuando se le preguntó si le preocupaba la posibilidad de que Exxon adquiriera una participación más dominante en el proyecto. Señaló que la consolidación en otros sectores que ha llevado a una empresa a controlar más de la mitad del mercado «puede causar preocupación»: «Somos de la opinión de que la asociación funciona bien».
Ali afirmó que la propuesta de incorporar un nuevo socio importante al consorcio era una cuestión que incumbía a los socios actuales, pero añadió que, en su opinión, sería bueno contar con los «mayores operadores de EE.UU. operando en Guyana».
Exxon ha indicado que no tiene intención de presentar una contraoferta por Hess. Sin embargo, su director ejecutivo, Darren Woods, ha declarado que la adquisición de la totalidad de la participación del 30% de la pequeña empresa en Guyana sería «una de las opciones» si se confirma su derecho de tanteo.
Los comentarios del presidente guyanés se producen antes de una votación crucial de los accionistas de Hess el martes sobre si aceptan la oferta de Chevron. Se espera que la votación sea reñida, ya que un número creciente de inversores expresan su preocupación por el acuerdo.
Institutional Shareholder Services, uno de los principales asesores de voto, ha pedido a los inversores que se abstengan y que suspendan la fusión hasta que se conozcan más detalles sobre el proceso de arbitraje. Glass Lewis, otro importante asesor de voto, ha pedido que se vote a favor.
Tres accionistas -HBK Capital Management, DE Shaw y Pentwater Capital Management- han dicho que se abstendrán. Estos fondos poseen en conjunto alrededor del 6% de las acciones de Hess. Los mayores accionistas de la empresa, Vanguard, BlackRock y State Street, se negaron a decir qué votarían.
«La votación será reñida», dijo Frederic Boucher, analista de arbitraje de riesgos de Susquehanna Financial Group.
«Estará cerca, pero no superará el umbral del 50%. Quizá Hess aplace la votación del 28 de mayo e introduzca un [pago compensatorio] o algo similar para superar la línea de meta».
Ali ha sido criticado en Guyana por no renegociar el acuerdo de reparto de la producción de Stabroek, firmado por el anterior gobierno con Exxon, Hess y la china CNOOC. Los expertos en contratos petrolíferos lo han calificado de «acuerdo inusualmente dulce».
Ali declaró que el contrato estaba «sesgado a favor de Exxon», pero que el gobierno había decidido no renegociarlo porque la «inviolabilidad del contrato» era importante.
Enfrascarse en una batalla legal con una «empresa enorme» como Exxon sería perjudicial para todo el sector petrolero, añadió.
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