Por World energy trade – 17 de junio de 2024
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La empresa sueca Sinonus ofrece una innovadora solución de almacenamiento de energía que algún día podría convertir las palas de turbinas gigantes en baterías.
No sólo las palas de las turbinas, sino cualquier elemento fabricado con fibra de carbono podría convertirse en una unidad de almacenamiento de energía gracias a la tecnología pionera de Sinonus, investigada en la Chalmers University of Technology de Gotemburgo.
A medida que el mundo busca formas más limpias de satisfacer su demanda energética mediante centrales eólicas y solares, también se necesitan grandes dispositivos de almacenamiento de energía que puedan almacenar el exceso de energía para los momentos en que el sol no brilla y el viento no sopla.
La mayoría de las soluciones en este campo se basan actualmente en la batería de iones de litio, que es la mejor tecnología de almacenamiento de energía del planeta.
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El medio Interesting Engineering informó anteriormente sobre enfoques sin litio para el almacenamiento de energía que utilizan elementos más naturales como la arena y el agua.
Sin embargo, la innovadora tecnología de Sinonus puede proporcionar almacenamiento de energía a cambio de nada.
La fibra de carbono como solución de almacenamiento de energía
La fibra de carbono es un material resistente y ligero que se utiliza en la construcción de una gran variedad de estructuras modernas.
Este material ha llegado incluso a Marte como parte de la famosa misión Ingenuity de la NASA, en la que se utilizó este material ligero para fabricar las hélices del helicóptero.
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Aunque el material es ampliamente conocido, los investigadores no habían utilizado antes sus propiedades electroquímicas para almacenar energía.
Esto lo consiguieron los investigadores de la Chalmers University of Technology en ciertos tipos de fibra de carbono a lo largo de años de investigación.
Ahora, a través de su spin-off, la tecnología también se pondrá a disposición de otros. La empresa se centra en el uso de palas de turbina como almacenes de energía.
Las palas de las turbinas están hechas de fibra de carbono, y añadir la capacidad de almacenamiento de energía a la configuración puede suponer un mayor rendimiento de la inversión para el sector.
¿Dónde más puede funcionar?
Para demostrar la tecnología, Sinonus ha empezado a sustituir las pilas AAA de productos de baja potencia por su carga de fibra de carbono con resultados satisfactorios.
Aunque la capacidad de almacenamiento de energía no es tan buena como la del ión-litio, sigue siendo beneficiosa, ya que la función principal del material es soportar cargas.
Una queja habitual sobre las baterías de iones de litio es el excesivo peso que añaden a un dispositivo. Los últimos vehículos eléctricos pesan al menos un 50% más que sus homólogos de combustible fósil debido a los pesados paquetes de baterías.
Una investigación de la Universidad de Chalmers concluyó que reducir el peso de las baterías de los vehículos eléctricos podría aumentar su autonomía nada menos que un 70%. Además, esta tecnología también podría utilizarse para propulsar aviones con electricidad.
Sinonus también quiere utilizar su fibra de carbono para fabricar vehículos eléctricos, en los que funcionaría como unidad de almacenamiento de energía.
Una ventaja añadida de esta tecnología es que su menor densidad energética la hace más segura que las baterías de iones de litio y no contiene componentes volátiles.
En declaraciones a Recharge News, Mark Zetterström, CEO de Sinonus, añadió también la posibilidad de utilizar edificios con sistemas de baterías a gran escala, cuya estructura interna podría añadir capacidad de almacenamiento de energía y ofrecer más libertad de diseño.
Con estos avances tecnológicos, el enorme bloque llamado paquete de baterías podría quedar obsoleto.