Por World energy trade – 30 de septiembre de 2024
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El Reino Unido cerró la última central eléctrica de carbón existente al tiempo que el país daba un giro definitivo hacia las energías limpias.
La central eléctrica de Ratcliffe-on-Soar, en Nottinghamshire, que había abastecido a la nación durante 57 años, dejó oficialmente de generar electricidad.
Este acontecimiento señala el fin de la dependencia británica del carbón durante 142 años, que se remontan a 1882, cuando se inauguró en Londres la primera central eléctrica de carbón del mundo. El país se convertirá también en la primera nación del G7 en eliminar la producción de electricidad a partir del carbón.
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Phil MacDonald, director gerente del grupo de reflexión mundial sobre energía Ember, captó la importancia del momento: «Es el capítulo final de una transición extraordinariamente rápida del país que inició la Revolución Industrial».
El cierre también se alinea con la política gubernamental británica de eliminación progresiva del carbón, un plan que se puso en marcha hace casi una década.
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El viaje del carbón a las renovables
El carbón fue en su día el mayor contribuyente al mix energético del Reino Unido. Hasta 2012, representaba cerca del 39% de la electricidad producida en el país.
Sin embargo, las fuentes de energía renovables, además de las políticas aplicadas por el Gobierno, han reducido ahora su cuota a niveles muy mínimos. El carbón tiene una contribución inferior al 2% desde 2019, según han mostrado datos de Ember.
La transición del Reino Unido lejos del carbón fue impulsada por una combinación de factores. El informe de Ember, «The UK’s Journey to a Coal Power Phase-Out», destaca cinco factores clave detrás de la rápida salida del carbón del Reino Unido: el anuncio temprano de una eliminación gradual del carbón en 2025, la fijación de precios del carbono, el apoyo a la energía eólica marina, las reformas del mercado para impulsar las energías renovables y la inversión en la red.
«El Reino Unido proporcionó tanto las zanahorias como los palos», afirmó MacDonald. «Es importante señalar que las fuentes contaminantes tienen fecha de caducidad, pero también proporcionar un entorno propicio para construir el nuevo sistema de energías limpias».
La energía eólica y la solar fueron las principales sustitutas del carbón, y el Reino Unido consiguió evitar un aumento significativo de la dependencia del gas natural.
Ahora, el país aspira a un sistema eléctrico totalmente descarbonizado para 2030, un objetivo bastante ambicioso pero que impulsa con firmeza su programa de energías limpias.
Foto tomada de pixabay.com