Por Alexander Marrow
La embajada de Rusia en Estados Unidos rechazó el 11 de mayo las especulaciones de que Moscú tenía alguna responsabilidad en un ciberataque de ransomware que interrumpió la actividad en el mayor oleoducto de Estados Unidos.
El 10 de mayo, el presidente Joe Biden dijo que hasta el momento no había evidencia de que el gobierno de Rusia estuviera involucrado, pero dijo que había evidencia de que el ransomware de los culpables estaba en Rusia.
Colonial Pipeline no reanudará sus operaciones por completo durante varios días debido al ataque, uno de los esquemas de rescate digital más disruptivos que se hayan informado y que se ha atribuido a una red criminal en la sombra llamada DarkSide.
“La Embajada tomó nota de los intentos de algunos medios de acusar a Rusia de un ciberataque al Colonial Pipeline”, dijo la embajada rusa en un comunicado en Facebook.
“Rechazamos categóricamente las invenciones infundadas de periodistas individuales y reiteramos que Rusia no lleva a cabo actividades ‘maliciosas’ en el espacio virtual”.
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El FBI atribuyó el ciberataque a DarkSide, un grupo que se cree tiene su sede en Rusia o Europa del Este. Su ransomware apunta a computadoras que no usan teclados en los idiomas de las ex repúblicas soviéticas, dijeron expertos en cibernética.
El cierre del gasoducto reducirá la disponibilidad de combustible a corto plazo, elevará los precios y obligará a las refinerías a recortar la producción porque no tienen forma de enviar el gas.
Rusia, uno de los principales productores de gasolina del mundo, está considerando prohibir las exportaciones de gasolina para combatir el aumento de los precios de los combustibles a nivel nacional, una medida que podría afectar aún más la disponibilidad de combustible en Estados Unidos, ya afectado por el cierre del oleoducto.