Por Amy Stillman
México está en una campaña nacionalista por la independencia energética y necesita más combustible. Con ese fin, su compañía petrolera estatal Petróleos Mexicanos llegó a un acuerdo por el control total de una refinería del área de Houston que comparte con Royal Dutch Shell Plc.
Pemex, como se conoce al explorador mexicano, hizo una oferta no solicitada por la participación del 50% de Shell en la instalación en Deer Park, Texas, y acordó pagar 596 millones de dólares, según un comunicado del lunes. La transacción será financiada en su totalidad por el gobierno mexicano y está programada para cerrarse durante el cuarto trimestre. Shell mantendrá el control de una planta química adyacente.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, necesita cumplir las promesas de campaña para restaurar la autosuficiencia energética del país. Ha llegado al poder en parte a través de sus críticas a las políticas económicas de libre mercado que, según él, saquearon las riquezas petroleras del país. AMLO ha colocado a Pemex en el centro de la reactivación energética de México y, mientras tanto, ha prometido que no habrá aumentos en el precio del gas para los consumidores.
“Esta decisión es parte de la nueva política empresarial de Pemex, propuesta por el presidente de México, que consiste en lograr en el corto plazo la producción de todos los combustibles que el país requiere”, dijo la empresa.
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Pemex tiene otras seis refinerías en problemas que han estado aumentando la producción, aunque solo estaban operando a aproximadamente la mitad de su capacidad en marzo. Los críticos argumentan que las refinerías tienen bajos márgenes de ganancia, desvían los recursos necesarios para el trabajo principal de Pemex de perforar campos petroleros y son altamente contaminantes.
Deer Park podría marcar la diferencia. “Tiene la escala y la complejidad que pueden ayudar a Pemex a mejorar su desempeño”, lo que la convierte en un buen activo, dijo por teléfono Felipe Pérez, director de investigación de mercado y refinación de IHS Markit Americas. “La dificultad surge cuando se considera el estado de las otras seis refinerías de Pemex y cómo administrará todo eso”.
La sociedad de 28 años para Deer Park comenzó en 1993, cuando Pemex compró la mitad de la refinería a Shell para absorber su creciente producción de petróleo crudo. Pagó más de $ 200 millones por la participación y sus inventarios, según un documento visto por Bloomberg.
La refinería obtuvo dividendos de cerca de $ 2 mil millones cada uno entre 1993 y 2018, pero en los últimos años, las ganancias cayeron en medio de los mayores costos del petróleo mexicano procesado en la instalación. Las compras de Deer Park de Maya, el crudo insignia de Pemex, han disminuido casi un 60% en casi tres años, a 70.000 barriles por día.