Por World energy trade – 20 de noviembre de 2024
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Arabia Saudí lidera la oposición a renovar los compromisos de eliminación de combustibles fósiles adquiridos el año pasado en la COP28, lo que supone un obstáculo importante en la COP29.
En las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el clima se está librando una batalla sobre si los países deben volver a comprometerse con el compromiso histórico del año pasado de abandonar los combustibles fósiles.
Los expertos en clima piden una reestructuración de las cumbres climáticas de la ONU, argumentando que ya no son eficaces para impulsar la acción climática.
Entre las cuestiones clave de la COP29 se encuentran el aumento de la financiación para el clima, el incremento de la presión sobre países como Arabia Saudí para que contribuyan más y la consolidación de los compromisos de reducción progresiva de los combustibles fósiles.
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Los negociadores europeos y estadounidenses consideran que reafirmar los compromisos acordados el año pasado, incluido un impulso a la eficiencia y el despliegue de energías renovables, es esencial para evitar un retroceso en la lucha mundial contra el cambio climático, según personas familiarizadas con el asunto.
Arabia Saudí está liderando la resistencia con una mezcla de tácticas dilatorias y maniobras de bloqueo, dijeron, pidiendo no ser nombrados porque las negociaciones no son públicas.
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Yahoo Finance afirma que tanto los negociadores europeos como los estadounidenses pretenden reforzar los compromisos del año pasado para impulsar la eficiencia energética y las energías renovables, considerándolos cruciales para mantener el progreso en la lucha mundial contra el cambio climático.
Sin embargo, Arabia Saudí está utilizando «una mezcla de tácticas dilatorias y maniobras de bloqueo» para resistirse a estos esfuerzos, según el informe.
El año pasado, la COP28 supuso la primera inclusión de una eliminación progresiva de los combustibles fósiles en su acuerdo final, con el apoyo de los EAU, Arabia Saudí y otros productores de petróleo. Las naciones desarrolladas y vulnerables al cambio climático consideran que cualquier debilitamiento de ese lenguaje supone un importante revés.
Las negociaciones de la COP29 de este año se centran en aumentar el financiamiento de la lucha contra el cambio climático a más de un billón de dólares anuales, presionando a países como Arabia Saudí para que contribuyan más, al tiempo que se consolidan los compromisos adquiridos el año pasado para reducir progresivamente los combustibles fósiles y acelerar las energías renovables.
Persisten los desacuerdos sobre si los países deben actuar sobre todos los compromisos o seleccionar prioridades, y Arabia Saudí aboga por este último enfoque. A medida que las conversaciones entran en una fase crítica, los ministros deben resolver las principales disputas, reducir los densos textos de negociación y ultimar los compromisos a puerta cerrada.
Destacados expertos en clima, como Ban Ki-moon, Mary Robinson, Christiana Figueres y Johan Rockström, piden cambios significativos en las cumbres de la ONU sobre el clima, según un nuevo informe de The Guardian.
Argumentan que las futuras conferencias sólo deberían ser organizadas por naciones que demuestren una fuerte acción climática y abogan por controles más estrictos sobre los grupos de presión de los combustibles fósiles. Más de 1.700 grupos de presión de la industria asistieron a la COP29, lo que suscita preocupación por la influencia indebida.
El grupo ha instado a la ONU a racionalizar las cumbres anuales, amplificar las voces de los países en desarrollo y aumentar la frecuencia de las reuniones para abordar mejor la crisis climática.
«Está claro que la Conferencia de Copenhague ya no sirve para este propósito. Necesitamos pasar de la negociación a la aplicación», escribieron.
Foto tomada de pixabay.com