Por Peter Millard, Martha Beck – 26 de octubre de 2021 (Rigzone)
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El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, está lanzando públicamente la privatización del gigante petrolero estatal Petrobras, lo que crea una distracción del aumento de los precios del combustible que está presionando la economía antes de las elecciones del próximo año.
La combinación de una devaluación interna y un repunte mundial del petróleo ha disparado los precios del combustible brasileño, acelerando la inflación y provocando una reacción violenta de los camioneros, uno de los componentes clave de Bolsonaro. El mandatario ha dicho que no puede controlar los precios y ha sugerido repetidamente que el gobierno venda su participación.
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Si bien las acciones se han recuperado con la noticia, no será fácil. Un plan similar para vender la participación controladora del gobierno en la eléctrica estatal Eletrobras tardó años en aprobarse en el Congreso, y el gobierno solo está preparando la venta para 2022. El senador brasileño Fernando Bezerra Coelho, el látigo del gobierno, dijo que el servicio postal tendría que privatizarse antes que Petrobras.
Cuando la gasolina y el diésel se dispararon a principios de este año, Bolsonaro se enfrentó a una disputa pública con el anterior director ejecutivo de Petrobras por el rápido ritmo de los ajustes, y terminó eligiendo a un general para ocupar el cargo. Esta vez, Bolsonaro parece aceptar a regañadientes que las fuerzas del mercado, no el gobierno, deben establecer los precios, y ha sugerido deshacerse de toda la empresa en lugar de pelear con la administración.
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