Por Guido Gubinelli – 13 Septiembre 2021 – Energía Estratégica
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Las empresas ya están montando proyectos concretos en el país para la producción de hidrógeno, amoníaco, metanol y combustibles sintéticos a través del agua, utilizando como medio fuentes de energías renovables. Pero para lograr exportaciones se deberán invertir unos 20 mil millones de dólares en los próximos 20 años.
El pasado 23 de agosto, el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, viajó a Colina, Provincia de Chacabuco, al yacimiento minero Las Tórtolas propiedad de Anglo American, para celebrar que la empresa puso en marcha la primera hidrogenera en una faena en América Latina.
“Tenemos identificados hoy día más de 40 proyectos de hidrógeno verde en nuestro país. Hay algunos que son para producir hidrógeno propiamente tal, como este que vimos hoy. Hay algunos que son para producir amoníaco, que es un derivado del hidrógeno y que se usa en los fertilizantes y explosivos para la minería. Otros que van a producir combustibles sintéticos, por ejemplo, en la Región de Magallanes. Entonces, tenemos muchos proyectos distintos, lo que da cuenta del enorme interés que hay por desarrollar esta industria a nivel local”, destacó, ese día, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, quien secundaba al presidente.
Asimismo, la semana pasada, Jobet anunció el primer proyecto que inyectará hidrógeno verde en redes de gas. Se trata de una prueba piloto que es llevada a cabo por la empresa Gasvalpo, a través de su marca Energas, y sustituirá hasta un 20% del gas natural. Los primeros beneficiados serán casi 2.000 familias de Coquimbo y La Serena, destacaron desde la compañía.
La Energy Partnership Chile-Alemania, iniciativa de alto nivel entre los Ministerios de Energía de ambos países, implementada en el país sudamericano por la GIZ, estimó que Chile “podría exportar al menos 2 millones de toneladas de hidrógeno al 2040” y generar “más de 500 mil empleos al 2050”.
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Pero advirtió que, para lograrlo, deberán darse una serie de condiciones que la propicien. Para conocer los desafíos y oportunidades que están se están observando, Energía Estratégica dialogó con Rodrigo Vásquez, asesor técnico del Programa Energías Renovables y Eficiencia Energética de la GIZ en Chile.
¿Qué volumen de divisas podría generarle a Chile esa exportación de 2 millones de toneladas de hidrógeno al 2040?
De acuerdo con las proyecciones de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, para el 2040 el tamaño total del mercado para las exportaciones chilenas de H2 (hidrógeno), amoníaco, metanol, combustibles sintéticos, etc. se estima en 16 mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente la mitad están cubiertos por el mercado europeo.
En un comunicado que han compartido desde la GIZ señalan que, para lograr ser competitivo, Chile deberá realizar “una inversión significativa en infraestructura, logística y alcanzar una capacidad de producción local”. ¿Sobre qué aspectos puntualmente se deberá centrar el país y en qué plazo debería realizar tal reconversión?
En el país existen variados puertos que podrían reconvertirse o adaptarse para la exportación de hidrogeno y sus derivados, habilitándose para barcos de gran calado, junto con sistemas de generación, compresión, licuefacción de hidrogeno, para su exportación, así como accesos al sistemas eléctricos o plantas renovables conectadas directamente.
También se podría pensar en la reutilización de infraestructura de gas existente, que pueda reconvertirse para transportar el hidrogeno desde ubicaciones con mayor recurso renovable hacia los puertos. Además, se deberá analizar la compatibilidad portuaria con los tipos de nuevos combustibles a exportar, en forma costo competitiva.
Por ejemplo, para alcanzar los niveles de exportación presentados en el estudio, es necesaria una inversión de capital en infraestructura de 80 a 100 millones de dólares tanto en el puerto de Mejillones en el norte como en el de Cabo Negro en el sur de Chile. Utilizar la infraestructura portuaria existente en Chile como en Europa o Japón pueden reducir el costo final del hidrógeno en un 1%.
Teniendo en cuenta la construcción de centrales renovables, las plantas de producción de H2 y las plantas de licuefacción/metanol o de síntesis de amoníaco y la infraestructura portuaria, se estima que serán necesarias inversiones totales en infraestructuras de H2 de unos 3 mil millones de dólares hasta 2025 y de unos 20 mil millones de dólares hasta 2040.
De alcanzar tal reconversión, ¿a qué precios se podría generar ese hidrógeno verde exportable?
Se consideraron diferentes escenarios de precios en el rango del 1,5 a 4 USD/kg de hidrógeno verde al 2030, el cual dependerá del tipo de proyecto, el costo de la tecnología del electrolizador y balance de planta, ubicación y el factor de utilización, considerando, además, que la mayor parte del costo del hidrógeno es el precio de la energía renovable, la cual es muy competitiva en Chile.
Como ejemplo de esto, al costo promedio ofrecido en la última licitación fue de 23,8 USD/MWh lo cual refuerza el hecho del hidrógeno competitivo en Chile.
Hay versiones que advierten que un problema para el desarrollo masivo del hidrógeno en Chile es el agua. ¿Cuál es su punto de vista al respecto?
El uso del agua para producción de hidrogeno verde, comparativamente con otros procesos como los industriales, mineros o el consumo humano es marginal. De todas maneras, como el hidrógeno eventualmente se produciría en lugares donde no existe gran cantidad de agua (desierto de Atacama), las soluciones de gran escala deberán estará asociados a proyectos de desalación.
En términos de costo, actualmente el agua corresponde aproximadamente a un 2% del costo total del hidrogeno, por lo que el costo mayor del agua desalada no influiría mayormente en el costo final del hidrogeno verde.
En resumen, cualquier desarrollo del hidrógeno debe ser sustentable en el tiempo y el uso del agua en el lugar de producción no puede ir en desmedro del uso que se le esté dando a la actividad productiva local original.