Por Mining – 08 de enero de 2024 (World energy trade)
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Durante ese mes de hace casi cuatro años, cuando Elon Musk anunció por primera vez el paso a las baterías LFP, la química del cátodo contribuyó con menos de 50 toneladas a la demanda global de metal para baterías, según Adamas Intelligence, consultores de investigación con sede en Toronto que rastrean la demanda de baterías para vehículos eléctricospor química, proveedor de celdas y capacidad en más de 110 países.
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Las 50 toneladas de baterías LFP utilizadas fueron una fracción de las casi 13.000 toneladas de litio, grafito, níquel, manganeso y cobalto que entraron en las baterías de los turismos eléctricos vendidos durante febrero de 2020.
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En comparación con las baterías de cátodo ternario, las de LFP son peores en términos de densidad de energía y potencia y, por tanto, de tiempo de carga y autonomía. El rendimiento de la LFP en climas fríos también es significativamente peor, pero es difícil de superar en cuanto a coste, estabilidad térmica y vida útil.
Musk lleva tiempo expresando su preocupación por el suministro de níquel, y en una ocasión dijo que había llamado a todos los directores ejecutivos de las grandes empresas mineras para pedirles que, por favor, fabricaran más níquel. La eliminación del cobalto también era una prioridad para el pionero del coche eléctrico con sede en Texas. Musk dijo públicamente que los Teslas estaban prácticamente libres de cobalto, al tiempo que firmaba acuerdos con Glencore.
En aquella época, el LFP se asociaba con pequeños vehículos urbanos como el Wuling Hongguang Mini EV Macaron (no me lo estoy inventando y sí, existe una versión cabrio que en Europa se llama FreZe Froggy), furgonetas de reparto de milla final, autobuses y otros vehículos especiales.
La autonomía era entonces, como ahora, una de las principales preocupaciones de quienes querían electrificarse, y el Mini EV de Wuling (una creación conjunta de GM que ahora está disponible en la versión Gameboy Edition, la más alta de la gama; búscala) sólo alcanzaba unos 160 km en condiciones de laboratorio.
El Mini EV superó al Tesla Model 3 como el EVs más vendido de China en 2020. Un precio de etiqueta de menos de 6.000 dólares se lo adjudicó.
Al igual que otros medios, este se mostró escéptico ante la idea de que el LFP encajara bien con la imagen de fabricante de coches deportivos y de lujo de Tesla.
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