Por Daniel Flatley
El jefe de la compañía estatal de petróleo y gas de Ucrania estuvo en Washington para entregar un mensaje a los legisladores estadounidenses de que permitir la finalización del oleoducto Nord Stream 2 sería una victoria para el presidente ruso Vladimir Putin y un golpe a la credibilidad estadounidense en Europa del Este.
“Significaría que esta narrativa prorrusa avanzaría a expensas de Occidente”, dijo en una entrevista Yuriy Vitrenko, director ejecutivo de Naftogaz Ucrania. “Mucha gente verá que tipos como Putin pueden salirse con la suya con el acoso de Occidente. Y alentará a personas como Putin en todo el mundo a usar el mismo tipo de táctica “.
Vitrenko, de 44 años, quien recientemente tomó el mando de la empresa luego de una reorganización de la alta gerencia, también estuvo en la capital estadounidense para asegurar a los legisladores que la empresa estaba en buenas manos. El ex director ejecutivo, Andriy Kobolyev, fue despedido después de que la compañía informara una pérdida de 19 mil millones de hryvnia (684 millones de dólares) en 2020 que amenazaba con complicar las conversaciones para acceder a un rescate internacional de 5 mil millones de dólares.
Kobolyev ha dicho que su despido fue ilegal y advirtió sobre un posible regreso a una era de mala gestión y corrupción en las empresas estatales.
La compañía controla los gasoductos que van desde Rusia al resto de Europa y la finalización de Nord Stream 2, que pasa por alto Ucrania, es vista por muchos en el Congreso como una amenaza no solo para la economía de Ucrania sino para la estabilidad energética de Europa. Es por esta razón que los legisladores demócratas y republicanos respaldaron las sanciones al oleoducto en un intento por evitar su finalización.
El secretario de Estado Antony Blinken calificó la finalización del oleoducto como un “hecho consumado” en una comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes a principios de esta semana. Vitrenko y otros argumentan que todavía existe la posibilidad de que el oleoducto sea detenido por las sanciones de Estados Unidos si se aprueban medidas adicionales como parte de cualquier legislación centrada en la seguridad nacional que se mueva a través de ambas cámaras.
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“El peor de los casos no es solo que perderíamos a partir de 2024 una gran parte de nuestro PIB”, dijo Vitrenko. “La peor parte es que significa una posibilidad mucho mayor de una guerra a gran escala porque el gas fluye a través de Ucrania hacia Europa y sirve como elemento disuasorio para una guerra a gran escala”.
En mayo, la administración Biden renunció a las sanciones a la empresa matriz del proyecto, Nord Stream 2 AG y a su director ejecutivo, Matthias Warnig, y dijo que detener Nord Stream 2 es una posibilidad remota ahora que el gasoducto de Rusia a Alemania está completo en más del 90%. Alemania respalda la finalización del proyecto y el presidente Joe Biden está tratando de reconstruir la relación de Estados Unidos con el aliado de la OTAN que se tensó durante el mandato del presidente Donald Trump.
La decisión fue recibida con fuertes críticas por parte del Congreso. Más de 60 republicanos de la Cámara enviaron una carta a Biden el lunes diciendo que la finalización de Nord Stream 2 “será un regalo para Putin y sus esfuerzos por aumentar la influencia geopolítica en Europa”.
La senadora Jeanne Shaheen de New Hampshire y un grupo bipartidista de legisladores han dicho que continuarán presionando para que se impongan sanciones. Shaheen, quien visitó Ucrania recientemente, dijo que el Senado estaba considerando sanciones adicionales contra el oleoducto. Esas son buenas noticias para Vitrenko, quien ve la finalización del gasoducto no solo como una amenaza existencial para Ucrania, sino también para la región.
“El peor escenario es cuando los ucranianos, y no solo los ucranianos, muchos países de Europa del Este, ven básicamente que Occidente no puso su dinero donde estaba su boca, sería un gran golpe para la elección pro-occidental de estos países”, dijo Vitrenko.