Por World energy trade – 03 de diciembre de 2024
PARA SEGUIR NUESTRAS DIARIAS PUEDES AFILIARTE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
Claudia Sheinbaum, destacada líder climática, planea modernizar el sector energético de México al tiempo que aborda la crisis de deuda de Pemex. Su administración pretende alcanzar un 45% de energía limpia en 2030, con inversiones en proyectos solares, eólicos e hidroeléctricos.
La recién elegida presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acaba de ser nombrada por la revista Time como uno de los 100 líderes climáticos más influyentes en el mundo empresarial para 2024. Con un doctorado en ingeniería energética y una amplia experiencia en proyectos de energías renovables como alcaldesa de Ciudad de México, hay grandes esperanzas de que sea ella quien encamine a México hacia una transición verde.
Sin embargo, muchos esperan que Sheinbaum siga los pasos del ex presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien lideró el partido político Morena durante los últimos seis años y se centró en gran medida en la nacionalización de la energía mexicana y apostó fuertemente por el petróleo y el gas.
Como académica, Sheinbaum contribuyó a dos importantes informes para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU. Después, como alcaldesa de Ciudad de México, puso en marcha la primera flota de autobuses eléctricos de la ciudad y desarrolló uno de los mayores proyectos solares urbanos del mundo en el mercado mayorista del Centro de Abasto.
A menudo ha manifestado su compromiso con las energías renovables, en contraste con su predecesor, que rara vez mencionaba los términos «sostenibilidad» o «energías renovables» en sus discursos.
Para más información del curso ingresa al siguiente LINK
«Todos necesitamos empresas energéticas públicas fuertes que garanticen energía limpia a precios bajos a las generaciones actuales y futuras», afirmó. A principios de año, Sheinbaum declaró planes para gastar al menos 13.600 millones de dólares en energías renovables -incluyendo el desarrollo de la capacidad de energía eólica y solar de México y la modernización de cinco plantas hidroeléctricas-, así como anunció el objetivo de alcanzar el 45 por ciento de energía limpia para 2030, desde el 24 por ciento en 2023.
En noviembre, el Gobierno de México dio a conocer su nueva Estrategia Nacional de Electricidad, que forma parte del Plan Nacional de Energía, y que incluye 23.400 millones de dólares de inversión para ayudar a la compañía eléctrica estatal CFE a añadir 13 GW de capacidad procedente tanto de combustibles fósiles como de energías renovables.
El financiamiento se destinará a proyectos de generación, transmisión y distribución. El Gobierno también estableció normas para permitir a las empresas privadas añadir hasta 9,6 GW adicionales de fuentes renovables para 2030.
El nuevo marco permite que el 46% de la generación de electricidad proceda de inversiones privadas, lo que supone un cambio respecto a la estricta estrategia de nacionalización de la energía de AMLO.
Mientras que el plan permite un mayor papel del sector privado, el gobierno declaró que la CFE fue «rescatada de la privatización» bajo la administración de AMLO, aumentando su participación en la generación de electricidad de 38 por ciento en 2018 a 54 por ciento en 2024, a través de 20 mil millones de dólares en inversión y la adquisición de 13 plantas de Iberdrola, añadiendo 8.639 MW de capacidad.
Mientras que la nueva estrategia nacional ha proporcionado una perspectiva optimista para el sector energético, el proyecto de presupuesto de México para 2025 tiene como objetivo reducir el déficit actual mediante el recorte del gasto en varios sectores.
El gasto medioambiental se ha reducido en un 39%, mientras que el gasto público para Pemex se ha reducido en un 7,5%. Aunque se espera que el gobierno transfiera 6.690 millones de dólares a Pemex en 2025 para ayudar a la empresa, gravemente endeudada, a hacer frente a sus pagos de deuda y préstamos.
Para visualizar nuestro portafolio de cursos
ingresa dando click acá
En noviembre, México anunció un plan para simplificar el sistema de pago de impuestos de Pemex, fusionando tres impuestos existentes en uno solo. Sheinbaum declaró: «Tenemos que arreglar Pemex», y el nuevo plan «buscaría recortar las ineficiencias, diversificar las fuentes de energía y pagar la deuda al tiempo que se protegen los niveles de producción».
Mientras tanto, al nuevo director de Pemex, Víctor Rodríguez, se le ha encomendado la tarea de reducir los costes de la empresa en 2.440 millones de dólares.
El gobierno pretende ayudar a Pemex a incrementar las reservas estimadas de petróleo, aumentar la producción de gas natural a 5.000 millones de pies cúbicos diarios y mantener la producción de hidrocarburos en 1,8 millones de bpd. Aunque este objetivo es muy inferior al anterior de ALMO de 2,6 millones de bpd.
Sheinbaum ha discutido públicamente la reforma energética de 2013 del entonces presidente Enrique Peña Nieto, que apuntaba a una producción de 3 millones de bpd.
Ella declaró: «Eso es ambientalmente imposible… Es mejor promover la eficiencia y las fuentes renovables». Además, los expertos sugieren que, al país latinoamericano, antaño rico en petróleo, sólo le quedan unos diez años de petróleo a su actual ritmo de producción, a menos que ponga en marcha operaciones de fracking o realice exploraciones en aguas profundas.
Aunque Sheinbaum tiene intención de seguir respaldando a Pemex, también ha anunciado planes para ampliar la producción de energía renovable de México. Se espera que la tercera y cuarta fases de la planta solar de Puerto Peñasco, en Sonora, de 1 GW de potencia -que será «la mayor granja solar de América Latina»-, estén terminadas durante su mandato de seis años, además de otros proyectos eólicos y solares en el norte de México.
Sin embargo, el límite de capacidad que se permite añadir a las empresas privadas podría disuadir a los inversores de aprovechar el amplio potencial de energías renovables de México.
Foto tomada de pixabay.com