Por WORLD ENERGY TRADE – 02 de febrero de 2024
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A medida que se intensifica la necesidad de energía libre de carbono, abundante y expeditiva, y que el despliegue de la energía solar y eólica tropieza con importantes obstáculos, cada vez son más los expertos del sector que abogan por un resurgimiento de la energía nuclear.
Aunque la energía nuclear no está de moda desde hace décadas, sus defensores sostienen que ya no se pueden ignorar sus innumerables valores.
En la era del cambio climático, los beneficios de la energía nuclear son cada vez más valiosos: la fisión nuclear no produce emisiones de gases de efecto invernadero, es una tecnología probada con cadenas de suministro existentes y planos muy gastados y, lo que es más importante, es una fuente de energía de carga base.
A diferencia de la producción solar y eólica, que son variables y no responden a la demanda de los consumidores sino a los caprichos del tiempo, la producción de energía nuclear puede manipularse para proporcionar exactamente la energía que necesitamos, cuando la necesitamos.
Como resultado, la energía nuclear está ganando cada vez más defensores y la opinión pública está cambiando a favor de la expansión de la energía nuclear.
De hecho, según una encuesta de Gallup publicada el año pasado, el apoyo público a la energía nuclear en Estados Unidos es el más alto de los últimos 10 años. Y los líderes mundiales están escuchando.
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«La Declaración reconoce el papel clave de la energía nuclear en la consecución de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 y en el logro del objetivo de 1,5 grados», afirma un comunicado de prensa del Departamento de Energía de Estados Unidos.
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«Los elementos centrales de la declaración incluyen trabajar juntos para avanzar hacia el objetivo de triplicar la capacidad de energía nuclear en todo el mundo para 2050 e invitar a los accionistas de las instituciones financieras internacionales a fomentar la inclusión de la energía nuclear en las políticas de préstamos energéticos», continúa el comunicado.
Sólo hay un problema con este plan: el mundo podría no tener suficiente capacidad de producción de uranio para seguir el ritmo de un auge de la energía nuclear de esa magnitud.
Nicole Galloway Warland, directora gerente de Thor Energy, fue citada recientemente por Yahoo Finanzas. «No hay suficiente para todos. Hay un déficit de suministro». Thor Energy es una empresa de exploración con proyectos centrados en el uranio en Utah y Colorado.
Incluso ahora, el sector nuclear mundial está luchando por encontrar suministros suficientes de uranio asequible y de origen responsable. Tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011, la minería mundial de uranio tocó fondo. Ahora, mientras la demanda se dispara, la oferta sigue siendo relativamente baja tras años de menores niveles de producción.
Incluso antes de que se lanzara la Declaración para triplicar la capacidad de energía nuclear para 2050, la demanda mundial de uranio del tipo yellowcake estaba aumentando bruscamente. De hecho, la demanda mundial alcanzó su nivel más alto en diez años en octubre del año pasado, y los precios han subido en consecuencia.
Aunque los precios del uranio aún no han recuperado los niveles anteriores a Fukushima, van por buen camino. De hecho, algunos especuladores creen que podrían dispararse hasta los 200 dólares por libra sólo en 2025.
«El interés por la seguridad energética choca con el interés por las energías limpias», declaró al Financial Times Grant Isaac, director financiero de Cameco, segundo productor mundial de uranio. «Los días de comprar uranio a 40 dólares se han acabado, y probablemente también a 50 o 60 dólares. Vamos a necesitar nuevos suministros», añadió.
Además, la creciente demanda de uranio está provocando problemas geopolíticos, ya que los elevados precios de la torta amarilla llenan las arcas rusas. En la actualidad, la mayor parte de las exportaciones mundiales de uranio proceden de Rusia, lo que socava los esfuerzos de Occidente por imponer sanciones energéticas significativas al Kremlin en respuesta a la actual guerra en Ucrania.
Por ello, el gobierno de Biden quiere aumentar la producción nacional de uranio. Estados Unidos tiene muchos yacimientos de uranio en los que excavar, pero poner la industria al día será todo un reto.
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