Por World oil – 29 de junio de 2022
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Como país rico en recursos a la vanguardia de muchas tecnologías de energía limpia, Noruega se encuentra en una posición privilegiada para la transición de energía limpia y ahora necesita avanzar en estrategias para abordar las emisiones en los sectores donde son más difíciles de reducir a fin de cumplir sus ambiciosos objetivos climáticos, según una nueva revisión de políticas en profundidad realizada por la Agencia Internacional de Energía.
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Desde la última revisión de políticas de la AIE en 2017, Noruega se ha mantenido como un pilar mundial de la seguridad energética con sus amplias reservas de petróleo y gas producidos de manera ambientalmente responsable. Noruega es un proveedor internacional importante y confiable, exportando cerca del 90% de su producción de energía.
“Felicito los esfuerzos de Noruega para impulsar su producción de petróleo y gas a corto plazo en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, ayudando a estabilizar los suministros globales, especialmente a sus vecinos europeos”, dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, quien presenta el informe hoy con Terje Aasland, Ministro de Petróleo y Energía de Noruega. “Al mismo tiempo, Noruega lidera los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de petróleo y gas, especialmente a través de la electrificación de plataformas marinas”.
Noruega ha actualizado sus ya ambiciosos objetivos climáticos con planes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90-95 % desde los niveles de 1990 para 2050, excluyendo los sumideros de carbono. El sólido sistema de fijación de precios del carbono del país, según el cual el 85 % de las emisiones nacionales están cubiertas por el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea o sujetas a un impuesto sobre el carbono, proporciona una base sólida para lograr este objetivo.
No obstante, el informe encuentra que Noruega tiene un trabajo considerable por delante para cumplir sus ambiciosos objetivos. Dado que el país ha electrificado sustancialmente su demanda de energía y ya ha reducido las emisiones de la generación de energía a casi cero, gracias a la abundante energía hidroeléctrica, muchas de las victorias fáciles para reducir las emisiones ya se han logrado. Las reducciones restantes serán más complejas, desafiantes y costosas, especialmente en el transporte y la industria.
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El informe señala que la experiencia existente en el sector energético de Noruega puede ayudarlo a lograr una transición energética y climática exitosa. Si se implementan las políticas adecuadas, Noruega está bien posicionada para descarbonizar una amplia gama de sectores a través de tecnologías como vehículos eléctricos, hidrógeno y captura, utilización y almacenamiento de carbono. Noruega ya es líder en la captura de carbono, y su impresionante proyecto Longship, que abarca dos instalaciones de captura a gran escala y una instalación de almacenamiento en el Mar del Norte, ayudará aún más a hacer avanzar esta tecnología para el mundo.
El informe de la AIE recomienda que Noruega aproveche su sistema eléctrico basado en energías renovables y desarrolle hojas de ruta sector por sector detalladas y a largo plazo respaldadas por medidas políticas específicas.
“Creo que Noruega tiene una oportunidad importante de mostrarle al mundo cómo llevar a cabo reducciones de emisiones complejas, un problema que todos los países deberán enfrentar”, dijo el Dr. Birol. “Espero que este informe ayude a Noruega a navegar por su propio camino hacia una sociedad de bajas emisiones y ayude a liderar el mundo en el avance de tecnologías bajas en carbono”.
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