Por WORLD ENERGY TRADE
Sin que se haya resuelto aún la revisión de las paritarias 2020, se sigue retrasando la discusión sobre la directriz de 2021. La conciliación obligatoria termina el 6 de mayo y las negociaciones no avanzan. Los trabajadores están realizando tareas a reglamento y, de no revertirse la situación, la semana próxima comenzará un paro de actividades que afectará el suministro de energía del país.
El conflicto de los trabajadores del sector de las refinerías lleva varios meses sin resolución y, después de que el paro de principios de abril se frenara por el dictamen de conciliación obligatoria, las negociaciones siguen sin llegar a buen puerto.
Desde el 28 de abril, los trabajadores comenzaron a realizar tareas a reglamento y, si no se avanza en el reclamo salarial, iniciarían el cese total de actividades por tiempo indeterminado al finalizar el plazo de la prórroga de la conciliación obligatoria, el 6 de mayo.
Este conflicto, sumado a la baja en la producción en los yacimientos de Neuquén por los cortes de ruta, podría complicar el abastecimiento energético del país durante los meses de frío.
La discusión paritaria estaba pautada para marzo, pero las cámaras empresarias pretendían dilatarlo hasta junio. Uno de los puntos claves del conflicto es la cláusula de revisión de la pauta salarial 2020, que las empresas se niegan a discutir.
“Los trabajadores de las refinerías no aguantan más tener salarios básicos iguales a los del año 2019. El 2020 lo transitamos con sumas fijas, sin modificar escalas salariales y, pese a los acuerdos suscriptos, las empresas se niegan a reconocerlos y seguimos con nuestros salarios de 2019”, explica Gabriel Matarazzo, Secretario de Hacienda de la Federación Argentina Sindical de Petróleo Gas y Biocombustible (FASiPeGyBio).
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Tras no avanzar en las negociaciones durante las últimas semanas, los trabajadores decidieron iniciar medidas de acción directa y comenzaron a trabajar a reglamento. Como consecuencia de esto, ya hay incidencias operativas en las plantas y el despacho de camiones se está realizando de manera más lenta.
“Esto no da para más, por eso comenzamos con estas medidas de acción directa y un inminente paro nacional. El año pasado fue difícil para los trabajadores de la rama, muchos cobraron sólo el 60% de su salario por la pandemia y llevamos meses sin la actualización salarial correspondiente, con una inflación que impacta directamente en una fuerte caída de su poder adquisitivo. Fuimos pacientes, pero no podemos seguir esperando”, afirma Matarazzo.
El paro nacional abarcaría a todas las refinerías del país, menos a YPF. La medida podría afectar el abastecimiento de gas y petróleo durante los meses de frío, ya que al paro se suma la caída de producción hidrocarburífera en provincias petroleras como Neuquén, donde los conflictos sociales bloquean el acceso a los yacimientos y, por lo tanto, han producido una merma tal en la producción, que ya se ha levantado la alerta sobre el impacto que veremos durante el invierno cuando la demanda energética aumente.
Por otro lado, otro conflicto latente es el de la rama yacimientos, que también se encuentra bajo conciliación obligatoria desde el 15 de abril. Los trabajadores representados por la Federación habían decidido ir a paro nacional por la negativa del sector empresarial a cumplir con la cláusula de revisión salarial 2020, que corresponde al Convenio Colectivo de Trabajo 643/12. Estaban adheridos todos los sindicatos de petróleo del país y la Federación. El dictamen de la conciliación obligatoria abrió una instancia de diálogo, pero, si no se acercan posiciones, podría tener el mismo desenlace que la rama Refinería.