Por World energy trade – 03 de septiembre de 2024
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En un mundo en el que la tecnología avanza a pasos agigantados, dos potencias de la innovación se enfrentan en una carrera por el futuro energético: la Inteligencia Artificial y el Bitcoin. Esta confrontación por la supremacía en el uso de la energía podría ser quizás una oportunidad única para crear un sistema energético más eficiente y sostenible.
El apetito de las grandes tecnológicas por la energía está aumentando rápidamente gracias al nuevo enfoque de inteligencia artificial de estas empresas. Sin embargo, el impulso de la inteligencia artificial en las grandes tecnológicas no es el único gran consumidor de energía: Bitcoin llegó primero.
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Ahora, ambos están enfrascados en una carrera para obtener la mayor cantidad posible de electricidad para sus centros de datos y operaciones mineras, incluso entre ellos.
La competencia por la electricidad está sacudiendo el sector de la minería de criptomonedas, que consume mucha energía. Algunos mineros están obteniendo enormes ganancias alquilando o vendiendo su infraestructura y centros conectados a la red a empresas tecnológicas, mientras que otros están perdiendo el acceso a la electricidad necesaria para mantener su actividad.
“La batalla por el dominio de la IA la están librando las empresas más grandes y mejor capitalizadas del mundo, y se preocupan como si sus vidas dependieran de ganar”, dijo esta semana el director ejecutivo de Stronghold Digital Mining, una empresa de bitcoin, para un artículo sobre las dos nuevas industrias ávidas de energía.
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En la actualidad, los centros de datos representan entre el 1% y el 1,3% del consumo eléctrico mundial, en comparación con el 0,4% de la minería de criptomonedas, según la Agencia Internacional de la Energía. Se espera que esta disparidad aumente.
Las grandes tecnológicas necesitan energía para sus centros de datos a fin de alimentar su inteligencia artificial. La energía disponible es limitada en volumen y estos gigantes tecnológicos no son los únicos que quieren utilizarla. Pero parece que los mineros de bitcoins no son ajenos a las buenas ofertas, como sugieren los comentarios de Greg Beard de Stronghold.
El problema para la industria de Bitcoin es que no todas las empresas del sector tienen su propia fuente de electricidad, y las que no la tienen están perdiendo su acceso a la electricidad disponible porque las grandes empresas tecnológicas pueden permitirse pagar más.
Es impresionante cómo la minería de bitcoins y ahora la inteligencia artificial han cambiado el panorama de la demanda de electricidad. En las últimas dos décadas, la demanda de electricidad en los EE. UU. se ha estancado debido a la mejora de la eficiencia energética y la ausencia de nuevas fuentes de demanda, excepto los mineros de bitcoins, que no parecían lo suficientemente grandes como para mover la balanza de manera significativa.
Luego, las grandes tecnológicas decidieron tomarse en serio la IA y ahí fue donde se produjo el cambio: ahora las grandes tecnológicas están superando las ofertas de los mineros de bitcoins por plantas de energía y contratos de suministro.
Según el informe de Reuters sobre la IA y la minería de bitcoins, los analistas predicen que una quinta parte de la capacidad de minería de bitcoins se destinará a alimentar centros de datos de inteligencia artificial en los próximos tres años. Esta capacidad será vendida por los propietarios de criptomonedas o adquirida por grandes empresas tecnológicas en las guerras de ofertas que ya están en marcha.
Los analistas esperan que el 20% de la capacidad energética de los mineros de bitcoins se destine a la IA para fines de 2027. Durante el año pasado, los mineros de bitcoins y los propietarios de centros de datos de IA han competido cada vez más por los mismos activos y contratos de energía.
De hecho, algunas empresas de Bitcoin ya se están reorientando como proveedores de energía y subcontratistas para centros de datos de IA, según el informe, en reconocimiento del cambiante panorama de la demanda de energía y las oportunidades de ganancias inherentes a ese nuevo panorama.
En esencia, todo se reduce a un problema: la oferta limitada. Debido a esa oferta limitada, la revolución de la IA podría verse frenada en sus inicios a menos que pronto haya una oferta abundante de nuevos productos.
Sin embargo, es bastante improbable que eso suceda, a menos que estemos hablando de energía solar, que se genera rápidamente y no es confiable como fuente principal de energía para un centro de datos. Pero ni siquiera la energía solar se puede generar con la rapidez suficiente y en la escala necesaria.
“No vamos a generar 100 gigavatios de nuevas energías renovables en unos pocos años. Estamos estancados”, dijo el ex secretario de Energía Ernest Moniz a principios de este año en declaraciones al WSJ sobre el tema cada vez más candente de la demanda energética de los centros de datos.
Sólo existen dos tipos de capacidad de generación que ofrecen la confiabilidad del suministro que necesitan los centros de datos, ya sean operados por mineros de bitcoin o grandes empresas tecnológicas.
Se trata de hidrocarburos y energía nuclear. Ahora que el carbón está en desuso, son el gas y la energía nuclear los que pueden impulsar la revolución de la inteligencia artificial y mantener a flote la industria del bitcoin.
Las nuevas regulaciones han hecho que sea bastante difícil que las nuevas plantas de energía a gas tengan sentido económico, ya que les imponen requisitos de control de emisiones tales que sus costos se disparan.
Sin embargo, la sed insaciable de energía de las grandes empresas tecnológicas, que las lleva a pagar lo que sea necesario para asegurar el suministro, hace que todavía puedan empezar a tener sentido.
Sin embargo, construir nuevas centrales eléctricas a gas y también nuevas centrales nucleares lleva tiempo. Qué harán los mineros de bitcoin y las grandes empresas tecnológicas mientras tanto es una pregunta interesante.
La única respuesta obvia en este momento es que la carrera entre las dos industrias hambrientas de energía se intensificará aún más y el suministro de electricidad se volverá aún más valioso en geografías con gran densidad de centros de datos.
Los gigantes tecnológicos probablemente ganarán la carrera, al menos a primera vista. Pero los mineros de bitcoins aún podrían ganar bastante dinero si dejaran de ser mineros de bitcoins para convertirse en proveedores de energía para las grandes tecnológicas.
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