Por World energy trade – 23 de agosto de 2024
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El aumento de la producción de petróleo en Estados Unidos, Guyana y Brasil pone en entredicho la capacidad de la OPEP para revertir sus recortes de producción.
Es poco probable que la OPEP dé marcha atrás en ninguno de los recortes de producción que aprobó el año pasado, ya que la creciente producción de los países no pertenecientes al cártel está aumentando, lo que presiona los precios.
La observación, realizada por el economista jefe de BP, Spencer Dale, podría inyectar cierto optimismo en los mercados del petróleo, donde muchos parecían esperar que la mera mención de la posibilidad de una marcha atrás convirtiera esa marcha atrás en una certeza.
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A principios de año, la OPEP declaró que, si se daban las condiciones de mercado adecuadas, podría empezar a reducir los recortes -un total de 2,2 millones de barriles diarios para el grupo y sus socios de la OPEP+- en el último trimestre de este año.
Por alguna razón, los medios de comunicación y los operadores consideraron que esto significaba que se darían las condiciones de mercado adecuadas, lo que básicamente garantizaría la reducción. Irónicamente, esa percepción eliminó esas condiciones de mercado adecuadas del escenario al presionar los precios.
Al día de hoy, la OPEP no puede permitirse devolver ni un solo barril al mercado, sobre todo porque sigue tratando con los miembros que no respetan sus cuotas. Sin embargo, una amenaza mayor es el aumento de la producción en Estados Unidos, Guyana y Brasil.
Estos tres países se mencionan con frecuencia en los debates sobre la oferta mundial de petróleo y la rivalidad entre los productores OPEP y no OPEP por el control del mercado y los precios internacionales. EE.UU. es claramente el principal factor, con una producción que aumentó en torno a 1 millón de barriles diarios el año pasado, pero que en general se considera que crecerá más lentamente este año.
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La Administración de Información Energética prevé un modesto crecimiento de la producción de 300.000 bpd este año en su último informe de Perspectivas Energéticas a Corto Plazo, en el que también revisa a la baja sus previsiones de crecimiento de la demanda de petróleo para el año hasta 1,1 millones de bpd.
Por supuesto, la demanda de petróleo es el factor crucial para los planes de producción, tanto entre los miembros de la OPEP como entre los productores ajenos a ella, y no garantiza un fuerte crecimiento continuo.
Brasil, por ejemplo, vio aumentar su producción de petróleo un 13% el año pasado, hasta un récord de más de 3,4 millones de barriles diarios. Este año, sin embargo, el crecimiento de la producción se ha tambaleado, y en abril el total retrocedió a unos 3,1 millones de barriles diarios.
El país tiene planes para aumentar su producción de crudo a 4,4 millones de barriles diarios en 2034, lo que supondría un 47% más que el nivel actual de producción, pero alcanzar esos planes dependerá de los precios y de la demanda.
Guyana, el otro productor que sería factor clave en el mundo del petróleo en la actualidad, ha venido aumentando su producción de forma bastante constante en los últimos años.
Sin embargo, hay que señalar que empezó de cero en 2019, alcanzando una tasa de producción de más de 600.000 bpd este año cuando Exxon aumentó su producción en el bloque Stabroek. La EIA pronosticó en su último STEO que la producción de Guyana aumentará aún más a más de 800,000 bpd el próximo año.
Por tanto, si el crecimiento previsto de la producción de crudo se materializa, la OPEP lo tendrá aún más difícil para hacer retroceder los recortes de producción, ya que el crecimiento combinado de Estados Unidos y Guyana superará el millón de barriles diarios, lo que compensará casi la mitad de los recortes de la OPEP. La OPEP se encuentra en una situación difícil. Pero el mercado del petróleo parece deficitario.
Los inventarios mundiales de petróleo siguen una trayectoria descendente y la EIA pronosticó recientemente que la oferta será inferior a la demanda de petróleo en unos 750.000 bpd en la segunda mitad del año, lo que supone una revisión al alza de una proyección anterior de 500.000 bpd. El mercado del petróleo es deficitario y los precios siguen a la baja. La OPEP no reducirá los recortes en un futuro próximo.
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