Por World Energy Trade
Los nuevos gigantes de la energía ya no exploran o extraen petróleo, sin embargo, tienen la influencia y el poder financiero de sus antecesores. Estas nuevas “Big Energy” están liderando la carrera por electrificar la economía mundial.
Entre estos nuevos gigantes de la energía se cuentan cuatro empresas, Enel, Iberdrola, NextEra Energy y Orsted, que iniciaron sus actividades de construcción o adquisición de plantas de energía limpia en momentos cuando estos activos aun eran considerados energías alternativas y muy costosas.
Ahora todo ha cambiado y se encuentran en la cúspide, en momentos cuando la energía limpia está tomando enorme relevancia. Los paneles solares y las turbinas eólicas, cada vez más baratos, están comenzando a dominar las nuevas instalaciones de energía, amenazando el crecimiento del gas natural en nuestras redes eléctricas y cambiando los mercados de energía.
Incluso China ha visto la importancia de este sector y ha orientado sus mayores empresas de energía estatales hacia las energías renovables. En 2017, formó China Energy Investment Corp. mediante la fusión de dos gigantes de propiedad estatal. La compañía tiene cerca de 40 gigavatios de capacidad de generación de energía renovable, según BloombergNEF, más que cualquiera de las grandes empresas europeas y estadounidenses.
El carbón sigue siendo una gran parte del negocio de China Energy Investment, con 185 gigavatios de energía térmica producidos en 2019. A diferencia de los gigantes de energía limpia más grandes de Europa, esta compañía se centra casi por completo en su mercado nacional.
Otros grandes actores de energías renovables incluyen Brookfield Renewable Partners, cuya cartera incluye 7,900 megavatios de energía hidroeléctrica y 4,700 megavatios de energía eólica, y RWE AG, cuya unidad de energías renovables planea invertir hasta 5 mil millones de euros (US$ 6 mil millones) hasta 2022 en energías renovables y tecnologías de almacenamiento.
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Un caso interesante, NextEra Energy
La compañía fundada como una empresa de servicios públicos de Florida hace casi un siglo, NextEra Energy respaldó las energías renovables al tomar una participación en los primeros parques eólicos cuyos desarrolladores le debían dinero, informó Bloomberg. Desde entonces, ha utilizado la negociación, la economía de escala y los créditos fiscales para convertirse en una potencia.
A medida que el costo de producir energía renovable ha seguido cayendo en correlación con los avances tecnológicos en los últimos años, NextEra ha estado ganando dinero, incluso bajo la administración Trump, que ha sido leal al petróleo.
A pesar de los aranceles sobre equipos solares de China y los agresivos esfuerzos federales para impulsar el carbón y el gas, sus ganancias aumentaron de US$ 2.9 mil millones en 2016 a US$ 3.8 mil millones en el 2019.
Las Big Energy ya superaron a las Big Oil Hoy día, NextEra Energy Inc., es la empresa de servicios públicos más valiosa del mundo, superó brevemente a Exxon Mobil Corp. en capitalización de mercado a principios de octubre.
Este no es un caso único, ya que Enel, Iberdrola y Orsted ahora valen más que las grandes petroleras comparables, lo que destaca cuán importantes se han convertido las apuestas de energía limpia para los inversores.
Por ejemplo, la capitalización de mercado de ExxonMobil es de US$ 170 billones mientras que la de NextEra es de US$ 147 billones. La de Iberdrola es de US$ 87 billones comparado con US$ 15 billones de Repsol.
El gran momento llegó más rápido de lo esperado. Hace cinco años, la energía limpia todavía se veía como un negocio difuso y fragmentado, repleto de advenedizos que intentaban hacerse con una porción de un mercado emergente.
Hoy en día, la energía limpia se considera una apuesta tan segura que los fondos de pensiones y las aseguradoras compiten por poseer grandes carteras de parques solares y eólicos.
Crecimiento a toda marcha
NextEra Energy es solo una de las muchas compañías de energía renovable que se proyecta que experimenten un gran crecimiento en los próximos años.
Incluso las grandes empresas petroleras se esfuerzan por diversificarse, la transición global a la energía limpia está en marcha y solo se acelerará.
En Estados Unidos, la administración de Biden será especialmente amable con estas empresas, ya que parte de su programa incluye una ambiciosa propuesta de
2 trillones de dólares centrada en crear una red eléctrica libre de emisiones en todo el país en solo 15 años.
Ciertamente una transición global a la energía renovable, como la solar y la eólica, es la única posibilidad de evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Se necesitarán aproximadamente US$ 11 trillones de inversión en energías renovables en los próximos 30 años para que eso suceda, y los inversores quieren participar.
El punto de inflexión puede llegar el próximo año, Goldman Sachs Group Inc. proyecta que el gasto en energía renovable superará por primera vez al de la perforación de petróleo y gas.
A largo plazo, la electricidad va a tomar importante participación de mercado de otras fuentes de energía.
Expansión en todos los continentes
Muchas de las empresas renovables más grandes comenzaron con combustibles fósiles, pero comenzaron a invertir en energía renovable hace años, a veces décadas. Algunos han eliminado el carbón, el combustible fósil más sucio, o planean hacerlo en un futuro próximo. Muchos también han comenzado a comprometerse a ser libres de carbono para 2050.
Enel SpA es ahora la mayor empresa de servicios públicos de Europa y se está expandiendo rápidamente fuera del continente a medida que se vuelve más verde. Aproximadamente el 40% de los 87 gigavatios de capacidad instalada de la compañía todavía se compone de carbón, petróleo y gas, pero la compañía italiana planea reducir la generación de carbón en un 74% en 2022 y más del doble de su capacidad de energía renovable para 2030.
Es probable que algunos de los mayores propietarios de capacidad eólica y solar sigan siendo empresas eléctricas estatales chinas. Pero todos las super mayores de energía limpia serán definidos por su diversidad geográfica, dice Tom Heggarty, analista de Wood Mackenzie. Enel e Iberdrola han sido de los primeros en expandirse, con presencia creciente en Latinoamérica, Norteamérica y Australia.
En la era de la energía limpia, los puntos de energía más codiciados del mundo no son los que albergan petróleo y gas en las profundidades del suelo. Las super mayores verdes se han embarcado en una búsqueda global de lugares donde el sol brilla con fuerza y el viento sopla de manera constante.
Las granjas solares de gran tamaño ya cubren enormes franjas de desierto, desde Marruecos hasta Chile y Australia, mientras que la batalla eólica ocurre con mayor fuerza en el mar.
La energía eólica marina se ha convertido en uno de los sectores más controvertidos. Las super mayores de la energía limpia como Orsted de Dinamarca llevan años en el mar para instalar turbinas eólicas tan altas como rascacielos en las aguas que rodean Europa, y se están posicionando para el auge del sector en los EE. UU. y partes de Asia, incluidas Corea del Sur y Japón.
El cenit de una poderosa industria
Hace un año, si alguien en el negocio del petróleo hubiera sugerido que el momento del pico del petróleo ya estaba por llegar, no hubiese sido tomado en serio, pero sucedió el 2021 y la pandemia de coronavirus.
La industria petrolera aún es muy importante y el mundo todavía continuará moviéndose gracias a los combustibles fósiles durante muchos años. Sin embargo, la era del petróleo está alcanzando su cenit y quien se aferre a la prominencia de los combustibles fósiles, lo hace más por ideología que por perspicacia para invertir.