Por OILPRICE
Las importaciones de petróleo de China aumentaron un 8,81% intermensual en junio, hasta alcanzar una media de 10,54 millones de bpd, según informó el proveedor de análisis energético OilX en su último informe mensual, añadiendo que la cifra seguía siendo inferior a la media de junio del año pasado, en 2,45 millones de bpd.
Lo más interesante es que, según el informe de OilX, el crudo almacenado en China ha disminuido. Desde abril, explica el informe, el petróleo almacenado, calculado mediante lecturas de datos satelitales, ha descendido de 436 millones de barriles a 414 millones de barriles. El periodo coincidió con el último repunte sostenido de los precios del petróleo.
Que las importaciones de petróleo de China estaban a punto de caer estaba claro hace un mes. Las refinerías del país aumentaron su producción demasiado rápido cuando la economía empezó a recuperarse tras el golpe de la pandemia, y rápidamente este aumento provocó un exceso de oferta de combustible y llevó sus márgenes a un nivel cercano a cero.
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Beijing intervino, pidiendo a las grandes petroleras estatales que dejaran de negociar sus cuotas de importación de crudo con las refinerías privadas. El gobierno también redujo el mes pasado la segunda tanda de cuotas de importación de crudo para las refinerías privadas hasta un 35%, para un total de 35,24 millones de toneladas.
Esto bastaría para sugerir con un alto grado de certeza que las importaciones de petróleo pueden seguir siendo moderadas durante los próximos meses a pesar de la reducción de los inventarios de petróleo.
Sin embargo, China también está tomando medidas enérgicas contra las refinerías privadas y esto, según un reciente informe de Bloomberg, podría tener amplias implicaciones para la industria petrolera local.
El mes pasado se iniciaron las medidas de represión en un centro energético regional, y los responsables de la investigación estatal están analizando las acusaciones de infracción de la legislación fiscal y medioambiental.
Según los analistas, la ofensiva podría reducir la influencia de las refinerías autónomas en el mercado petrolero chino y dar más poder a las grandes empresas estatales. Esto, a su vez, podría tener implicaciones a largo plazo para las importaciones de petróleo chino.