Por World energy trade – 20 de marzo de 2024
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Un proyecto de ley de financiamiento firmado por el presidente Joe Biden este mes contenía 790 millones de dólares para programas científicos de fusión para 2024, por debajo de los más de 1.000 millones de dólares que los partidarios dicen que se necesitan.
Científicos, gobiernos y empresas se apresuran a aprovechar la fusión, la reacción nuclear que impulsa el sol, para producir electricidad sin emisiones de carbono.
Puede reproducirse en la Tierra con calor y presión utilizando láseres o imanes para fusionar dos átomos ligeros en uno más denso, liberando grandes cantidades de energía.
A diferencia de las centrales que funcionan por fisión, o división de átomos, las centrales de fusión comerciales, si algún día se construyen, no producirían residuos radiactivos de larga duración.
Andrew Holland, director general de la Asociación de la Industria de la Fusión (FIA, por sus siglas en inglés), que organiza la conferencia de dos días, dijo que uno de los temores es que la fusión siga el modelo de la industria solar, donde gran parte de la tecnología se inventó en Estados Unidos, pero la fabricación pasó a estar dominada por China.
«Está muy claro que China tiene ambiciones de hacer lo mismo, tanto en la cadena de suministro como en los desarrolladores». Es hora de que Estados Unidos responda a ese desafío, dijo.
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Las empresas privadas de todo el mundo han recaudado más de 6.000 millones de dólares hasta 2022, según un informe de la FIA del pasado julio.
El informe no contabilizaba en su mayor parte el dinero privado destinado a la fusión en China, que es más difícil de rastrear.
Se necesita mucho más dinero privado para llevar la fusión de los experimentos de laboratorio a las empresas comerciales, afirman los promotores.
Se espera que la tercera conferencia anual de la FIA atraiga a unos 350 asistentes de países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón, más que los aproximadamente 100 asistentes de años anteriores.