Por Matthew Hill
Mozambique publicó su modelo propuesto para un fondo soberano de riqueza mientras se prepara para cosechar hasta $ 96 mil millones, más de seis veces el tamaño de su producto interno bruto actual, de proyectos de gas natural licuado que compañías como Total SE están construyendo.
Los desarrollos, que son las mayores inversiones privadas hasta ahora en África, podrían convertir a Mozambique en el segundo mayor productor de combustible del continente. El banco central presentó planes sobre cómo puede funcionar el fondo y a qué instituciones reportará. La propuesta anticipa que los $ 96 mil millones se acumularán durante la vida útil de los proyectos.
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El fondo generará ahorros y contribuirá a la estabilidad fiscal cuando los precios de las materias primas fluctúen, según el documento publicado en el sitio web del Banco de Mozambique el lunes. Los legisladores regularían el fondo con la administración del Ministerio de Economía y Finanzas. El banco central administrará las operaciones del fondo e implementará su política de inversión.
El gobierno deberá lidiar con la escalada de violencia en la provincia norteña de Cabo Delgado, donde se ubican los proyectos, antes de que disfrute de todos los beneficios. Combatientes vinculados al Estado Islámico tomaron en agosto la ciudad portuaria de Mocimboa da Praia, a unos 60 kilómetros (37 millas) al sur de donde Total está gastando $ 20 mil millones en su proyecto. No está claro cuándo el estado recuperará el control.
La propuesta final se enviará al gobierno después de considerar los comentarios públicos. La nación del sudeste africano planea tenerlo en funcionamiento antes de que comiencen a fluir los ingresos del GNL, con la primera producción prevista para 2022 del más pequeño de los tres proyectos planificados.
Otros puntos clave del plan del banco central:
Una empresa independiente debe auditar las cuentas del fondo anualmente y el banco central debe proporcionar actualizaciones trimestrales.
Durante las dos primeras décadas de producción de GNL, la mitad de los ingresos del estado deberían ir al fondo y el resto al presupuesto del gobierno. A partir de entonces, el 80% debería ir al fondo.
Cuando los ingresos del gobierno por recursos naturales son un 10% menos de lo presupuestado, el estado puede retirar hasta un 4% de los ingresos del año anterior.
