Por Fáiza Rizvi – 25 de mayo de 2022 (Hartenergy)
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Cuando Tesla, el principal fabricante mundial de vehículos eléctricos, fue eliminado la semana pasada del índice ESG de S&P, que evalúa los esfuerzos de sustentabilidad y la cultura corporativa de las empresas, enfureció al director ejecutivo Elon Musk, quien inmediatamente recurrió a Twitter para llamar a ESG una “estafa” que es “armados por falsos guerreros de la justicia social”.
En su defensa, S&P aclaró que la falta de detalles publicados de Tesla relacionados con su “estrategia baja en carbono” o “códigos de conducta empresarial” contribuyó a su salida del índice y, aunque los productos de Tesla ayudan a reducir las emisiones totales de carbono, la empresa ha fallado por denuncias de discriminación racial y malas condiciones de trabajo.
Mientras que algunos aplauden a S&P por tomar la posición ya que Tesla ha fallado en varias métricas E, S y G, otros se ponen del lado de Musk y se preguntan por qué una empresa de miles de millones de dólares que acelera la transición mundial hacia la energía sostenible fue eliminada de un índice que reconoce los esfuerzos de sostenibilidad.
“Creo que al menos es extraño que la compañía de vehículos eléctricos más exitosa del mundo sea excluida por no tener un objetivo de reducción de carbono un tanto arbitrario”, dijo a Hart Energy David Blackmon, director de DB Energy Advisors.
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Además, si bien Apple, Microsoft y Amazon se encontraban entre las empresas mejor clasificadas en la lista de S&P, lo que pareció amplificar la ira de Musk fue el hecho de que la gran petrolera Exxon Mobil se ubicó entre las diez primeras del índice, mientras que Tesla se ubicó en el 25% inferior.
“Exxon está clasificado entre los diez mejores del mundo en medioambiente, sociedad y gobernanza (ESG) por S&P 500, ¡mientras que Tesla no está en la lista!” Musk afirmó en un Tweet la semana pasada.
Aunque Exxon Mobil califica para la inclusión utilizando el sistema de métricas de S&P, Blackmon está de acuerdo con Musk en que esas métricas son “difíciles de cuantificar con precisión”.
Sin embargo, es importante señalar que la metodología de S&P no tiene en cuenta las reducciones generales de emisiones de las empresas. En cambio, S&P califica el desempeño ambiental de las empresas en función de cómo se desempeñan en relación con sus pares, como su compromiso de cero neto y la divulgación de riesgos relacionados con el clima, dos áreas críticas de ESG en las que Tesla tiene un desempeño deficiente.
Exxon, por otro lado, está invirtiendo cada vez más en la reducción de sus emisiones y tiene un plan climático que se alinea con los objetivos del Acuerdo de París.
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