Por Adriana Barrera
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió un proyecto de ley al Congreso el 26 de marzo que podría permitir al gobierno suspender los permisos en la industria petrolera, como parte de una campaña para reforzar el control estatal de la energía a expensas de las empresas privadas.
López Obrador argumenta que administraciones anteriores sesgaron el mercado energético a favor de los intereses comerciales y tenían la intención de dividir a la petrolera nacional Petróleos Mexicanos (Pemex) y la eléctrica Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Su nueva iniciativa, una copia de la cual fue vista por Reuters, estableció una serie de medidas para fortalecer la influencia estatal sobre la industria del petróleo y el gas y dijo que el gobierno debería tener el derecho de suspender los permisos si se percibe una amenaza para México.
Según el anteproyecto de ley, el Ministerio de Energía o la Comisión Reguladora de Energía podrían suspender temporalmente los permisos “cuando se prevea un peligro inminente para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional”.
El proyecto de ley no detalló qué constituían tales circunstancias.
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La autoridad que emitió el permiso luego supervisaría las operaciones del titular mientras estuviera suspendido, incluida la contratación de nuevo personal, dijo.
El titular de un permiso puede solicitar el levantamiento de la suspensión una vez que demuestre que lo que llevó a la suspensión ha sido “corregido o erradicado o ha desaparecido”, a menos que también haya infracciones penales o administrativas.
El proyecto de ley podría tener implicaciones para las empresas multinacionales con operaciones en México, incluidas Chevron y Glencore, que ingresaron al mercado de combustibles del país en una amplia apertura del sector energético bajo la administración anterior.
Gabriela Siller, directora de análisis de la firma local Banco Base, advirtió que el anteproyecto de ley podría tener “graves consecuencias” para la economía mexicana y la confianza de los inversionistas.
“Anularía completamente la inversión en el sector”, dijo Siller, y agregó que la Inversión Extranjera Directa (IED) podría caer al menos un 5% como resultado.
López Obrador está tratando de hacer que México sea independiente de la energía y dijo este mes que su administración limitaría la producción de petróleo a 2 millones de bbl / d.
Ha tratado de presentar la apertura del mercado energético del gobierno anterior como una ilustración de la corrupción política crónica, y ha utilizado el tema para encender su base antes de las elecciones legislativas de mitad de período el 6 de junio.
López Obrador impulsó este mes un cambio en la ley de electricidad que le dio a la CFE precedencia sobre los actores del sector privado en aspectos cruciales del mercado eléctrico.
Está presionando a las compañías eléctricas privadas para que negocien con el gobierno con la esperanza de que pueda asegurar mejores condiciones y ahorros para el estado a partir de los contratos existentes.
Su reorganización del mercado ha molestado a los grupos empresariales y a muchos de los principales socios comerciales de México, a quienes les preocupa que el gobierno no esté respetando las inversiones.