Por Justin Villamil
El presidente Andrés Manuel López Obrador reforzó su defensa de las asediadas empresas estatales de México, calificando a los rivales privados de hipócritas y promoviendo un cambio constitucional para revertir la apertura energética del país a los inversores extranjeros.
El presidente dijo el lunes que tiene la intención de tomar medidas serias para proteger los intereses de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos y de la eléctrica Comisión Federal de Electricidad, conocida como CFE. Empresas extranjeras saquearon el país y sobornaron a funcionarios en los últimos años, algo que la actual administración ya no permite, dijo López Obrador, sin ofrecer ninguna prueba.
“De ser necesario, presentaré una iniciativa constitucional para afirmar este principio: que en materia energética, el interés de la nación siempre será predominante”, dijo durante su rueda de prensa diaria. “Con los márgenes actuales que tenemos, sin nacionalizar ni expropiar, rescataremos a Pemex ya la Comisión Federal de Electricidad por el bien del pueblo”.
“Empiezan con el sofisma, con la mentira, algo que es aparente, eso es sofisma, de que nos íbamos a quedar sin luz y que había que abrir el mercado de la energía eléctrica a las empresas particulares”, criticó @lopezobrador_ en la ‘ mañanera ‘.
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Los comentarios de López Obrador subrayan la creciente tensión entre el enfoque nacionalista del presidente hacia la industria energética y las empresas privadas que han invertido miles de millones desde el fin del monopolio estatal en 2014. En una carta la semana pasada, un grupo de senadores estadounidenses se quejó del trato preferencial del gobierno para sus empresas “socavan el espíritu” del acuerdo comercial USMCA que cubre los Estados Unidos, México y Canadá.
A principios de este año, México intentó bloquear los proyectos de energía eólica y solar para limitar la competencia privada a la CFE, una medida suspendida por los tribunales mexicanos. El gobierno también suspendió nuevas subastas de petróleo y gas natural que abrieron el sector a la inversión privada en un intento por proteger a Pemex.
El sábado, López Obrador dijo que México tiene plena autoridad en relación con sus políticas energéticas. El texto del acuerdo comercial consagra la “soberanía y capacidad de la nación para cambiar su marco legal, incluida la Constitución”, según un comunicado de la Cancillería de México.
Sin embargo, los expertos dicen que las empresas privadas aún tienen opciones legales a su favor.
En el T-MEC, un reemplazo del TLCAN firmado en 2018, México se comprometió a mantener al menos el nivel de apertura energética que existía antes del acuerdo, y las empresas extranjeras pueden utilizar los procesos de solution de controversias del acuerdo para demandar al gobierno si éste incumple, dijo Kenneth Smith. Ramos, negociador técnico jefe de México para el USMCA y socio de la consultora AGON.
“López Obrador está jugando clásicamente una carta y se refiere al componente de soberanía que existe, pero no excluye de ningún modo las demás disposiciones legales”, dijo John Padilla, director gerente de la consultora IPD Latin America, en una entrevista telefónica.