Por Laura Hurst
Royal Dutch Shell Plc se propuso cortejar a inversores descontentos aumentando su dividendo y prometiendo hacerlo crecer de manera constante, solo seis meses después de recortar el pago.
En medio de un año doloroso para las grandes petroleras, el gigante energético angloholandés ofreció a los inversores buenas noticias. También informó una ganancia mayor a la esperada para el tercer trimestre, una menor deuda neta y un fuerte flujo de efectivo, incluso cuando la mayoría de sus divisiones continuaron siendo golpeadas por el coronavirus.
El dividendo de Shell para el trimestre aumentará un 4% a 16,65 centavos por acción y crecerá anualmente a partir de entonces, dijo la compañía en un comunicado el jueves. Sin embargo, después del corte profundo anunciado en abril, el pago es poco más de un tercio de su nivel de 2019.
“La junta confía en que podemos aumentar el dividendo en un 4% este año y con porcentajes similares en los próximos años”, dijo el director ejecutivo Ben van Beurden en una entrevista de Bloomberg TV. Shell está demostrando que es “un caso de inversión convincente”, dijo.
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Las acciones de la compañía subieron un 1,9% a 883 peniques a las 8:55 am en Londres, pero todavía han bajado un 60% este año.
Shell brindó un punto brillante en medio de la persistente tristeza de la industria petrolera, que está sufriendo una caída histórica en la demanda después de que la pandemia cerró franjas de la economía mundial. La italiana Eni SpA y la austriaca OMV AG perdieron dinero en el tercer trimestre, mientras que Repsol SA obtuvo un beneficio modesto.
BP Plc, el par más cercano de Shell, registró una ganancia sorpresa, pero dio pocos indicios de que la rentabilidad de los accionistas mejoraría después de recortar su propio pago en agosto. Si bien van Beurden prometió un crecimiento constante en los retornos en efectivo, BP fijó su dividendo y dijo que falta por lo menos un año para reanudar las recompras de acciones.
El ingreso neto ajustado de Shell fue de 955 millones de dólares en el tercer trimestre, un 80% menos que en el mismo período del año anterior, pero incluso mejor que la estimación más alta de los analistas. Las ganancias se vieron afectadas por los precios más bajos del petróleo y el gas natural licuado, y una refinación más débil, pero eso fue compensado en parte por menores gastos operativos y mejores márgenes de comercialización.
Las otras medidas financieras de la empresa también ofrecieron cierto consuelo a los inversores. Gearing, una medida de deuda a capital, cayó a 31,4% desde 32,7% en el segundo trimestre. La deuda neta cayó a $ 73.5 mil millones, y Shell se comprometió a aumentar aún más las distribuciones a los accionistas una vez que esa cifra alcance los $ 65 mil millones.
Shell ha entregado un sólido conjunto de resultados que pone a la compañía “de nuevo a la vanguardia” con los inversores, dijo el analista de RBC Biraj Borkhataria en una nota.
