Por www.primeraedicion.com.ar – 12 de octubre de 2021
PARA SEGUIR NUESTRAS NOTICIAS DIARIAS PUEDES AFILIARTE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
La Argentina es uno de los diez principales países deudores del mundo emergente, según un ranking difundido ayer por el Banco Mundial. Ocupa ese lugar pese a no haber tomado deuda en los mercados internacionales desde 2019.
El análisis del Banco Mundial detalló la lista de países con el mayor stock de deuda externa a fines de 2020. Además de la Argentina, figuran Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Sudáfrica, Tailandia y Turquía.
El informe fue presentado en el marco de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial. La acumulación de deuda se mantuvo más baja para países de América Latina y el Caribe, pero promedió 8,4% para Argentina, Brasil y México, indicó.
El informe señala que en el caso argentino la entrada de inversión extranjera directa (IED) siguió en la trayectoria a la baja iniciada en 2018. Ese indicador clave cayó 42% en 2020, a apenas USD 3.800 millones, de acuerdo con los datos del organismo.
El informe consignó que “el desafiante entorno económico y el cierre prolongado de la industria tuvo un impacto adverso en la IED, con nueva inversión cayendo 45%, mientras que las ganancias reinvertidas bajaron 22%”.
Consignó la salida de la Argentina de varias empresas internacionales como Walmart, Schlumberger y Danone France, que vendieron sus activos a los inversores nacionales.
El informe indicó que las economías de todo el mundo se enfrentan a un “desafío de enormes proporciones debido a los niveles de deuda elevados y en rápido aumento”.
Carmen Reinhart, vicepresidenta senior y economista en jefe del Grupo del Banco Mundial, sostuvo que los “hacedores de políticas deben prepararse para la posibilidad de sobreendeudamiento cuando las condiciones del mercado financiero se vuelvan menos benignas, particularmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”.
“Los gobiernos respondieron a la pandemia de COVID-19 con paquetes de estímulo fiscal, monetario y financiero masivos. Si bien estas medidas estaban destinadas a abordar la emergencia sanitaria, amortiguar el impacto de la pandemia en los pobres y vulnerables y poner a los países en el camino de la recuperación, la carga de la deuda resultante de los países de bajos ingresos del mundo aumentó 12%, a un récord de USD 860.000 millones”, advirtió el Banco Mundial.
Para más información del curso ingresa al siguiente LINK
Para visualizar nuestro portafolio de cursos
ingresa dando click acá
La más volátil de la región
La curva argentina tiene ciertas características que la hacen aún más volátil. No sólo por los vaivenes políticos y la rápida desconfianza que suele tener el mercado cuando el ciclo es contrario a la Argentina, sino que, en la actualidad, presenta atributos que la hacen aún más volátil.
Se ha visto un escenario de suba de tasas a nivel global y los bonos sintieron el impacto. Las tasas en EEUU se desplazaron al alza por cuestiones relacionadas con un cambio en la política monetaria de la Fed, que el mercado comenzó a incorporar a los precios.
Es decir, los inversores ven más cerca el fin de la política monetaria laxa y por lo tanto, comienzan a tener una postura más cautelosa, desarmando posiciones de bonos.
También influyeron los mayores riesgos de default de la deuda de EEUU y la suba del petróleo que genera nerviosismo en cuanto a un aumento en las expectativas de inflación y una mayor suba de tasas de la Fed.
De esta manera, toda la curva soberana de EEUU se desplazó al alza y se empinó y dicho proceso golpeó a todos los bonos. Es decir, la parte corta de la curva no mostró grandes subas, mientras que se evidenciaron desplazamientos alcistas de entre 20 y 40 puntos básicos en los tramos medios y largos de la curva.
Las tasas suben cuando el precio del bono cae y por lo tanto, este rally en la curva de EEUU implicó una caída en el resto de los índices de bonos global.
En el último mes, la deuda de grado de inversión perdió 1,5%, similar a la baja sufrida por los bonos de alto rendimiento (high yield) que cayó 1,45%. Los índices de bonos largos muestran una baja del 1% en el último mes.
Los que más sufren son los bonos de emergentes y dentro de este grupo, los de alto rendimiento, que caen 3,7% y 3,4% respectivamente.
El país y los emergentes
El ciclo alcista en la tasa suele encontrar a los emergentes como los más vulnerables ya que siempre hay una amenaza en la reversión de los flujos que pueda hacer tambalear su estabilidad macroeconómica.
Esto se percibe rápidamente en una baja de los bonos de emergentes, tal como se vio recientemente. Mariano Calviello, head portfolio manager de FIMA, explicó que los principales canales de transmisión del fin de estas políticas laxas a nivel global son a través de la tasa de interés y el valor de las monedas.
“La tasa de 10 años de EEUU tuvo una suba importante y que impacta directamente en el costo del fondeo de los países emergentes. Además, el flujo financiero que se dirige hacia ellos se ve reducido a la espera, por un lado, de que la corrección finalice, y analizar el impacto que esto pueda tener en la economía. Países con un mejor nivel de reservas, menor endeudamiento, mejores perfiles de vencimientos, etc. suelen ser los que mejor llevan esta suba del costo del endeudamiento”, dijo Calviello.
Para Martín Mansur, líder del área de Productos de Banca Privada de Banco Santander, el entorno externo ha sido muy favorable para emergentes, hasta el momento, si dejamos de lado el impacto de la pandemia.
“La suba de tasas en EEUU sería un factor adicional que complejizaría el escenario en el margen; ello dependerá de la velocidad de esta suba y del nivel al cual se estacione la tasa finalmente. Más allá de esto, las valuaciones de los bonos soberanos en dólares argentinos seguirán dependiendo fundamentalmente de factores internos y del efecto de la evolución en las negociaciones con el FMI sobre las expectativas”, puntualizó.
Generalmente, cuando sube la tasa de EEUU, los capitales buscan regresar a Norteamérica y ello genera un escenario alcista en el dólar a nivel global y una devaluación en el resto de las monedas.
Por lo tanto, el escenario se torna adverso para emergentes ya que enfrentan desequilibrios macroeconómicos y cambiarios producto de la rotación de flujos desde emergentes a EEUU.