Por Bojan Lepic – 09 de diciembre de 2021 (Rigzone)
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El contratista de perforación costa afuera Stena Drilling celebró un acuerdo de opción de compra con Samsung Heavy Industries de Corea del Sur para la adquisición de un buque de perforación de nueva construcción.
Según Stena Drilling, este acuerdo de opción de compra con Samsung Heavy Industries le da a Stena “la posibilidad de ofrecer al mercado un servicio de perforación de última generación con una huella de carbono mínima”.
“Nuestro plan es adaptar el buque de perforación de acuerdo con nuestras especificaciones con tecnologías híbridas, incluido el uso de baterías. Si encontramos un contrato adecuado, usaremos la opción para comprar la unidad ”, dijo Erik Ronsberg, director ejecutivo de Stena Drilling.
Stena Drilling ya tiene cuatro buques de perforación en su flota: Stena Forth, Stena Carron, Stena IceMax y Stena DrillMax, junto con dos semisumergibles.
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Samsung acordó recientemente vender un barco de perforación encargado por Ocean Rig en 2014. Transocean canceló el pedido después de que adquirió Ocean Rig. El buque de perforación ahora se venderá a una empresa europea anónima por 245 millones de dólares.
Se entregará en el primer trimestre de 2023, pero el pedido debe confirmarse a mediados de octubre de 2022. En caso de que no se confirme el pedido, Samsung puede cancelar la compra y mantener un depósito de $ 15 millones.
Había otro Ocean Rig que Samsung tenía en stock, llamado Santorini. Éste ha sido entregado a Saipem tras un contrato de fletamento con la empresa italiana. Actualmente, Samsung tiene tres buques de perforación más en stock. La compañía declaró anteriormente que estaba buscando venderlos todos lo antes posible.
La relación entre Stena Drilling y Samsung tampoco es color de rosa, ya que la empresa surcoreana perdió una disputa con el perforador por la rescisión del acuerdo de construcción de la plataforma.
La disputa fue por una unidad de perforación semisumergible para ambientes hostiles, lo que se suponía que era Stena MidMAX, ordenada en 2013. Fue cancelada por Stena en junio de 2017 debido a una demora excesiva. Debido a que Stena se impuso en la disputa, el astillero tuvo que pagar $ 411 millones al perforador.
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