Por JENNIFER DLOUHY – 17 de noviembre de 2021 (World oil)
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Las compañías petroleras gastaron 191,7 millones de dólares en la compra de derechos de perforación en el Golfo de México el 17 de noviembre, durante una sólida subasta gubernamental que subrayó el apetito de la industria por nuevo crudo mientras la Casa Blanca busca alejar a Estados Unidos de los combustibles fósiles.
Los analistas dijeron que la licitación fue impulsada por el interés en el crudo con bajo contenido de carbono del Golfo de México, así como por la incertidumbre sobre el momento y las condiciones de las ventas futuras, que se espera tengan tarifas más altas y requisitos estrictos.
En total, participaron 33 empresas, que presentaron 317 ofertas por 308 extensiones que abarcan 1,7 millones de acres (688.000 hectáreas), según la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica. Desde 2014, cuando el crudo West Texas Intermediate tenía un precio de alrededor de $ 80 por barril, no se habían vendido más arrendamientos en una sola subasta del Golfo, según datos de la oficina.
La subasta trajo un botín mayor que la mayoría de las ventas del Golfo realizadas bajo el ex presidente Donald Trump a pesar de un impulso infructuoso de los activistas climáticos que buscaban su cancelación.
El entusiasmo de la industria fue avivado por la huella de carbono relativamente baja del crudo extraído de tramos profundos del Golfo de México, en contraste con la producción de cuencas extranjeras y pozos en tierra de corta duración. El mejor postor Chevron Corp., que tenía $ 48,9 millones en ofertas aparentemente ganadoras, destacó la baja huella de carbono y los altos rendimientos de la exploración de aguas profundas durante su llamada de ganancias del segundo trimestre.
Las empresas de energía “quieren producir petróleo de regiones con baja intensidad de carbono”, dijo Erik Milito, director de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas. “Con su infraestructura de clase mundial y sus recursos potenciales, el Golfo de México ofrece una propuesta de valor increíble en los esfuerzos de la sociedad para abordar el cambio climático mientras se preservan los empleos y el crecimiento económico”.
La subasta se produjo en el contexto de un aumento de los precios del petróleo y la inflación que han provocado preocupación en la Casa Blanca. Es poco probable que los arrendamientos vendidos el miércoles generen producción durante cinco a 10 años, pero podrían producir crudo durante décadas.
Los ambientalistas criticaron la decisión de la administración de vender nuevos derechos de perforación, pocos días después de que el presidente Joe Biden y la secretaria del Interior Deb Haaland resaltaran las credenciales ecológicas de la nación en la cumbre climática COP26 en Escocia. Aunque la subasta fue obligada en gran medida por un fallo de un tribunal de distrito federal contra la pausa de arrendamiento de Biden en junio, los activistas habían argumentado que la administración podría hacer valer a otras autoridades legales para suspender la venta.
“La venta de arrendamiento de hoy es un ojo morado para la administración de Biden”, dijo Jesse Prentice-Dunn, director de políticas del Center for Western Priorities. “Después de que el presidente Biden y el secretario Haaland viajaron a Glasgow para afirmar el liderazgo de Estados Unidos en el clima, ahora lanzaron una bomba de carbono en el Golfo de México”.
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La subasta del miércoles, originalmente prevista para marzo, se pospuso después de que Biden ordenó una pausa en la venta de nuevos arrendamientos de petróleo y gas en terrenos federales para que el Departamento del Interior pudiera realizar una revisión integral de la actividad. El departamento anunció planes para llevar a cabo la venta diferida solo después de que un tribunal de distrito federal con sede en Luisiana falló en contra de la moratoria y ante una posible citación por desacato a la corte.
No está claro si puede ocurrir otra subasta de petróleo en el Golfo, aunque un programa de arrendamiento de cinco años de la era de Obama que vence el próximo junio había planificado dos ventas más.
También es probable que cualquier venta futura se realice con condiciones menos generosas. La legislación pendiente de impuestos y gastos en la Cámara de Representantes impondría nuevas tarifas y tasas de regalías más altas sobre el desarrollo petrolero en alta mar que se incorporarían en los términos de arrendamiento futuros.
Chevron y Anadarko US Offshore LLC de Occidental Petroleum Corp. fueron los postores más agresivos, y Anadarko presentó las dos ofertas más altas, $ 10 millones y $ 6 millones, por dos tramos al sur de Louisiana.
En general, Anadarko depositó 39,7 millones de dólares en pujas elevadas, según datos de la oficina.
Otras ofertas activas provinieron de Shell Offshore Inc., BP Exploration and Production Inc. y Talos Energy Offshore LLC.
Exxon Mobil Corp., fue el aparente ganador de 94 arrendamientos de aguas poco profundas cerca de la costa de Texas, en un aparente paso adelante para su centro de captura de carbono planificado cerca del corredor industrial de Houston.
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