Por WORLD ENERGY TRADE
El presidente Joe Biden y la canciller alemana Angela Merkel no lograron resolver su disputa sobre el gasoducto ruso Nord Stream 2, pero dijeron estar de acuerdo en que no se debe permitir que Moscú utilice la energía como arma para coaccionar a sus vecinos.
Biden dijo que había expresado a Merkel su antigua preocupación por el gasoducto de US$ 11.000 millones, que llevaría el gas del Ártico a Alemania a través del Mar Báltico, evitando a Ucrania y privándola de valiosas tasas de tránsito.
Por su parte, Merkel señaló que Berlín y Washington hacen “una evaluación diferente de lo que implica este proyecto”, pero agregó que las dos naciones están de acuerdo en que Ucrania debe seguir siendo un país de tránsito de gas hacia Europa.
“Para mí, el Nord Stream 2 es un proyecto adicional, no un proyecto que sustituya el tránsito de gas a través de Ucrania. Cualquier otra cosa causaría más tensión”, aclaró Merkel, agregando que Alemania responderá “activamente” si Rusia deja de continuar enviando gas a través de Ucrania, pues la Unión Europea tiene “varios instrumentos” que podría utilizar, incluidas sanciones.
Merkel dijo que Rusia podría enfrentarse a sanciones de la UE si viola su acuerdo de seguir enviando suministros de gas a través de Ucrania.
Washington está presionando a Alemania para que encuentre formas de garantizar que Rusia no pueda utilizar el gasoducto, que está completado en un 98%, para perjudicar a Ucrania o a otros aliados de Europa del Este. El proyecto está dirigido por la empresa energética estatal rusa Gazprom y sus socios occidentales.
“Los buenos amigos pueden estar en desacuerdo”, dijo Biden a los periodistas tras dos reuniones con Merkel en la Casa Blanca, y añadió que ambos líderes habían pedido a sus equipos que estudiaran medidas prácticas que pudieran tomar juntos si las acciones de Rusia suponían una amenaza.
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Funcionarios estadounidenses y alemanes han estado trabajando en la búsqueda de una solución que evite la reanudación de las sanciones estadounidenses actualmente suspendidas, pero esta semana quedó claro que ningún acuerdo estaría listo a tiempo para la reunión entre Biden y Merkel.
El gobierno de Biden concluyó en mayo que Nord Stream 2 AG, la empresa que está detrás del proyecto, y su director ejecutivo tuvieron un comportamiento sancionable.
Aun cuando se llegó a esta concusión, Biden renunció a las sanciones para dar tiempo a elaborar un acuerdo y seguir reconstruyendo los lazos con Alemania, muy desgastados durante la administración del ex presidente Donald Trump.
El presidente está sometido a una intensa presión por parte de los legisladores estadounidenses para que detenga la renuncia e imponga las sanciones. El senador republicano Ted Cruz dijo en Twitter que está retrasando los nombramientos de Biden para los puestos de embajador hasta que se pongan en marcha las sanciones.
Biden defendió su decisión de aplazar las sanciones ya que el oleoducto está casi terminado, pero dijo que él y Merkel están “absolutamente unidos en la convicción de que no se debe permitir que Rusia utilice la energía como un arma para coaccionar o amenazar a sus vecinos.”
Biden dijo que ambos líderes acordaron seguir apoyando la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
También acordaron colaborar para acelerar las medidas para hacer frente a la crisis climática en las economías emergentes, incluso mediante inversiones en Europa Central y Oriental.
En una declaración conjunta se destacaron las inversiones destinadas a apoyar la transformación energética de Ucrania, la eficiencia energética y la seguridad energética. La medida podría influir en un posible acuerdo, previsto para antes de agosto, para poner fin a la amenaza de sanciones de Estados Unidos por el Nord Stream 2.
El Nord Stream 2 permitirá aumentar las capacidades de entrega de gas del Nord Stream 1 y duplicará el suministro de gas natural desde Rusia hacia Alemania a través del mar Báltico.
Desde el principio EE.UU. se opuso rotundamente al proyecto, a la vez que promueve la venta de su propio gas licuado a Europa. Por su parte, Alemania se ha expresado repetidamente a favor del gasoducto y ha criticado las sanciones de Washington.