Por Tim Daiss

Vietnam se ha enfrentado a una escasez inminente de gas natural durante varios años, y se proyectaba que la deficiencia se acelerará en 2020. En enero, hubo informes de que una planta de Samsung en la parte norte del país se quedó sin gas necesario para las operaciones forzando cierres temporales.

Desarrollos similares podrían haberse intensificado si el inicio de la pandemia de COVID-19 y los bloqueos asociados no hubieran llevado a una contracción económica. Sin embargo, la escasez de gas podría volver a desarrollarse cuando la actividad económica de Vietnam se recupere tras la pandemia.

Como tal, Hanoi ha abierto sus puertas a la muy necesaria inversión extranjera directa (IED) en su sector energético. Hasta principios de año, las empresas energéticas internacionales de todos los tamaños parecían abrirse camino hacia el país del sudeste asiático de casi 100 millones de personas para participar. Ahora ese ritmo está aumentando de nuevo a medida que el año llega a su fin.

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Falta de marco legal y regulatorio

Sin embargo, muchos inversores extranjeros que tienen la intención de invertir en el sector de GNL y LNG-to-power de Vietnam aún enfrentan varios obstáculos. Debido a que el sector se encuentra en su estado incipiente, aún no se ha desarrollado un marco legal y regulatorio existente.

Algunas leyes vigentes establecen principios básicos en el sector de petróleo y gas del país, mientras que el GNL en sí se aborda solo en leyes imprecisas y en políticas y decretos gubernamentales. Esto tiene el potencial de resultar en diferentes interpretaciones por parte del poder judicial, la oficina del primer ministro y otras agencias gubernamentales, tanto a nivel nacional como provincial.

Vietnam, sin embargo, tiene un marco existente de leyes y precedentes más antiguos para fomentar la inversión privada y también ha desarrollado una estructura de asignación de riesgos con la que el mercado está familiarizado en general. No obstante, la intervención del primer ministro sigue siendo un paso fundamental para elaborar y aclarar las leyes existentes.

Debido al aumento en las propuestas aprobadas de proyectos de conversión de GNL a energía en el país, la necesidad de un marco legal y regulatorio más desarrollado está ganando impulso. Las partes interesadas incluyen el Banco Mundial y también inversores extranjeros que ya han aprobado e incluido sus proyectos en el Plan de Desarrollo de Energía (PDP) más reciente de Vietnam.

Sin embargo, las compañías de energía estatales establecidas en el país, incluidas PetroVietnam, PV Gas, EVN (la compañía eléctrica más grande de Vietnam) y otras, podrían retroceder, prefiriendo ceñirse a la política y el decreto gubernamentales en lugar de un marco legal y regulatorio completamente desarrollado.

Hay hasta 22 propuestas de proyectos de conversión de GNL a energía de diversos tamaños y lugares que han recibido aprobación y se incluirán en el nuevo Plan de Desarrollo de Energía (PDP) VIII 2021-2030 del país, cuyo lanzamiento está programado para principios de 2021. Muchos en el país creen que esto obligará al gobierno a desarrollar un marco legal y regulatorio de GNL más establecido.

En enero, el gobierno vietnamita también implementará una nueva ley de Asociación Público Privada (APP) diseñada para atraer más inversión privada y extranjera en su sector de GNL y LNG-to-power. Sin embargo, no se agregará al marco legal existente, sino que simplemente intentará ayudar a aclararlo. También es probable que la nueva APP proporcione un marco general que se adhiera más a los estándares y normas internacionales.

Una ventaja potencial para las empresas energéticas estadounidenses

La geopolítica y las relaciones internacionales forman el otro extremo de la ecuación energética en Vietnam. Hanoi, por su parte, parece favorecer actualmente la inversión de empresas con sede en Estados Unidos sobre las de sus homólogas de otros países por varias razones:

Primero, la importación de cargamentos de GNL de origen estadounidense ayudará a Hanoi a rechazar la incursión china en su propia zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas ordenada por la ONU. Beijing ha impedido que PetroVietnam desarrolle sus recursos de gas natural en sus propias aguas territoriales en varias ocasiones desde 2018.

Una mayor inversión estadounidense en el sector energético de Vietnam, especialmente en la construcción de GNL, también ayudará al país a gestionar mejor el creciente déficit comercial con Estados Unidos, que alcanzó un récord de 42.400 millones de dólares en agosto.

Estados Unidos, bajo la administración Trump, también ha presentado cargos de manipulación de divisas contra Hanói en varias ocasiones, lo que podría ocasionar la aplicación de aranceles comerciales contra ciertas exportaciones vietnamitas. Sin embargo, se espera que una administración de Biden retire las amenazas arancelarias contra Vietnam.

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