Por Patricia Zengerle y Richard Cowan
El Congreso de Estados Unidos se enfrenta a una fecha límite para aprobar más ayuda por la COVID-19 dentro de un amplio proyecto de ley de financiación del gobierno, aprobar un tercer plan de gastos provisional para que las negociaciones puedan continuar o dejar que el gobierno cierre a la medianoche.
Tras meses de acusaciones partidistas e inacción, republicanos y demócratas han estado negociando intensamente esta semana sobre lo que se espera sea una ley de 900.000 millones de dólares para brindar alivio a un país que lucha contra una pandemia que ha matado a casi 309.000 personas.
Han informado de avances, pero hasta la noche del jueves seguía habiendo suficientes diferencias como para que las conversaciones pudieran prolongarse hasta el fin de semana.
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Varios legisladores plantearon la posibilidad de que el gobierno federal se quede sin dinero el sábado por la mañana si el Congreso no puede aprobar un proyecto de ley de financiación temporal del gobierno antes del viernes a la medianoche.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que la Cámara seguirá teniendo sesiones durante el fin de semana si fuese necesario, citando la necesidad de urgencia.
“El Senado no irá a ninguna parte hasta que tengamos el alivio por la COVID”, dijo, agregando que los senadores votarían durante el fin de semana sobre más nominaciones del presidente republicano saliente, Donald Trump.
La perspectiva de un cierre del Gobierno aumenta la presión para elaborar un plan de ayuda. Una paralización podría obligar a miles de personas a quedarse sin trabajo e interrumpir los servicios en un momento de alto desempleo e incertidumbre sobre la distribución de vacunas contra el coronavirus.
Un asesor demócrata de la Cámara de Representantes familiarizado con las negociaciones dijo que hay confianza en que la Cámara dirigida por los demócratas pueda cumplir con la fecha límite del viernes de medianoche.
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, dijo a la prensa que los negociadores “lo están haciendo bien”. Cuando se le preguntó si el plan de ayuda sería aprobado por la Cámara el viernes, respondió: “Ya veremos, ya veremos”.
