Por Kurt Abraham – 21 de septiembre de 2022 (World oil)
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En lo que parecía ser un intento muy deliberado de inyectar algo de realidad en la precipitada carrera hacia las energías renovables, el presidente y director ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, advirtió a la industria energética que no tome malas decisiones. Su discurso de apertura se pronunció ante los asistentes al Foro Digital 2022 de Schlumberger en Lucerna, Suiza, el martes por la mañana. Al tratar de corregir lo que él cree que son algunos errores de la industria, Nasser también describió su propio plan para una transición energética.
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“Esta semana comienza el otoño y la crisis energética global promete un invierno más frío y duro, particularmente en Europa”, dijo Nasser. “Desafortunadamente, la respuesta hasta ahora muestra un profundo malentendido de cómo llegamos aquí en primer lugar y, por lo tanto, pocas esperanzas de terminar con la crisis en el corto plazo. Entonces, esta mañana, me gustaría centrarme en las causas reales, ya que arrojan una luz brillante sobre un camino a seguir mucho más crítico”.
Dijo que cuando los historiadores reflexionen sobre esta crisis, verán que las señales de advertencia para la energía global estuvieron visibles durante casi una década. “Muchos de nosotros hemos estado insistiendo durante años en que la inversión en petróleo y gas seguiría cayendo”, observó Nasser. “El crecimiento de la oferta mundial se retrasaría con respecto a la demanda, lo que afectaría a los mercados, la economía mundial y la vida de las personas. De hecho, la inversión en petróleo y gas se desplomó en más del 50% entre 2014 y el año pasado, de $700 mil millones a poco más de $300 mil millones. Los aumentos de este año son demasiado pequeños, demasiado tardíos, demasiado cortos”.
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Las suposiciones erróneas conducen a un mal plan.Nasser dijo que el plan de transición energética se ha visto socavado por los escenarios de los analistas y las suposiciones defectuosas, porque se han percibido erróneamente como hechos. Por ejemplo, explicó, a medida que Covid ha disminuido, “un escenario que muchos de nosotros asumimos fue que el uso principal de petróleo en los sectores cambiaría a alternativas, casi de la noche a la mañana y, por lo tanto, la demanda de petróleo nunca volvería a los niveles anteriores a Covid. En realidad, una vez que la economía mundial comenzó a salir de los bloqueos, la demanda de petróleo volvió a aumentar, al igual que el gas. Por el contrario, la energía solar y eólica solo representan el 10 % de la generación de energía mundial y menos del 2 % del suministro mundial de energía primaria. Incluso los vehículos eléctricos comprenden menos del 2% de la población total de vehículos y ahora enfrentan altos precios de electricidad. Y quizás lo más dañino de todo fue la idea de que la planificación de contingencia podía ignorarse con seguridad.
Desacreditando el pensamiento pasado.Nasser detalló aún más su desdén por el pensamiento convencional sobre la transición energética. “Como ha demostrado esta crisis”, dijo, “el plan era solo una [colección] de castillos de arena que las olas de la realidad han arrastrado”. En consecuencia, el jefe de Aramco dijo que miles de millones de personas en todo el mundo ahora enfrentan problemas de acceso a la energía y posiblemente consecuencias que probablemente sean graves y prolongadas. “Estos son muy importantes en el escenario de la inseguridad energética: inversión insuficiente en petróleo y gas, las alternativas no están listas y no hay un plan de respaldo. Pero no sabrías eso por la respuesta, hasta ahora. Congelar o limitar las facturas de energía podría ayudar a los consumidores a corto plazo, pero no aborda las causas fundamentales y no es la solución a largo plazo. Y gravar a las empresas cuando quieres que aumenten la producción claramente no es útil”.
Nasser dijo que a medida que Europa promueve agresivamente alternativas y tecnologías renovables para reducir un conjunto de dependencias, simplemente puede estar reemplazándolas por otras nuevas. En una reprimenda al comportamiento de algunos países, opinó: “En cuanto a los compradores de energía convencional, que esperan que los productores hagan grandes inversiones sólo para satisfacer sus necesidades a corto plazo, deberían perder esas expectativas rápidamente. Y desviar la atención de las verdaderas causas cuestionando la moralidad de nuestra industria no ayuda a resolver el problema. Por eso el mundo debe tener claras las diversas causas y hacer frente a sus consecuencias”.
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