Por Nanda Singh   –  07 de Julio de 2023   (Energía estratégica)

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La necesidad de un fortalecimiento de la infraestructura eléctrica e incorporación de almacenamiento de energía a gran escala plantea desafíos para el desarrollo de energías renovables en el sistema.

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En una entrevista exclusiva con Rafael Velasco, consultor de Raveza Associated & Services, se exploraron los desafíos que enfrenta República Dominicana en el sector de transmisión y almacenamiento de energía y cómo estos afectan al crecimiento de las energías renovables en el país caribeño.

Según Velazco, el sector energético en República Dominicana ha experimentado un rezago significativo en comparación con los avances a nivel mundial. Y, aunque el país cuenta con una capacidad de energías renovables que supera los 800 MW operativos, al sumar aquellos que están en construcción y otros tantos más que avanzan con trámites de concesiones, Velazco advirtió que el sistema de transmisión actual no estaría preparado para recibir la generación actual y la entrante.

“Concretamente en el mercado dominicano, el sistema de transmisión tiene un rezago de muchos años y se constituye una especie de cuello de botella”, alertó.

El consultor señaló que el país tiene una demanda máxima de 3,300 megavatios actualmente que no puede ser cubierto al 100% por renovables a pesar de que estas crezcan a ritmo acelerado, advirtiendo que el sistema requeriría de otras fuentes de energía de base.

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«Sí podemos aspirar a un 30% de renovables del total de nuestro parque generador, acorde a lo que La Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo ha identificado como el % que puede nuestro sistema puede operar sin contratiempos», sostuvo.

En cuanto al avance del sistema de transmisión que acompañe el despliegue de nueva generación, el especialista añadió que para destrabar el cuello de botella existente en el SENI, la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) ya identificó obras necesarias en el Plan de Gobierno.

“Se necesitan unas 14 nuevas líneas dentro del sistema de transmisión dominicano (…) Estos proyectos renovables no pueden entrar hasta que por lo menos 2 de esas 14, que son las principales, se realicen”, argumentó.

Siguiendo con el análisis de Velazco, quien hace un año atrás se desempeñaba como titular de la Superintendencia de Electricidad, con esas dos líneas se liberaría una capacidad de 600 megavatios y 700 megavatios, respectivamente. Estas ya han sido adjudicadas y están en etapa de cierre de Contrato con la ETED.

Ahora bien, el proceso de construcción y puesta en marcha de estas líneas podría llevar entre 24 y 30 meses a partir del inicio de cada cual, de acuerdo con los cálculos deVelazco. Durante este período, se espera que entren en operación varias plantas de generación de base, como los ciclos combinados de gas natural, lo que podría causar dificultades operativas y un aumento en los problemas de estabilidad en la red.

Para mitigar estos desafíos, Velazco destacó la importancia de implementar la generación distribuida con almacenamiento de energía en baterías. Se estima que se necesitan al menos 500 MW de capacidad equivalente para el almacenamiento de energía en baterías para permitir una operación estable del sistema de transmisión en presencia de una alta penetración de energías renovables.

Con la llegada de nuevas Resoluciones este año, se exige a los proyectos renovables superiores a 50 MW tener al menos el 30% de su capacidad nominal en baterías, permitiendo que, cuando la generación renovable fluctúa debido a la intermitencia de fuentes como el sol y el viento, las baterías puedan proporcionar una reserva de energía que permita al operador del sistema estabilizar la red en un plazo de unos minutos. Pero esto no sería suficiente.

Desde la perspectiva del referente de Raveza Associated & Services sería necesario establecer un marco regulatorio más sólido que defina los precios y las condiciones para la participación de las baterías en el mercado de servicios auxiliares para regulación de frecuencia. Actualmente, la normativa existente no aborda completamente este aspecto crucial, lo que podría dificultar una implementación competitiva para proyectos de almacenamiento de energía.

«Lo que falto en la recién Resolución SIE que norma esos puntos, es ponerle un valor o precio para esos fines, no en virtud del costo incurrido para esos kWh, sino en base a su costo de oportunidad para el SENI; es decir, el costo evitado al sistema, cuando al entrar en milisegundos, esos kWh de baterías, ayudan al operador del sistema a regular la frecuencia de la red de transporte rápidamente, evitando tener que sacar carga de distribución o meter carga de generación muy cara», consideró Rafael Velazco.

Aunque el sector de transmisión enfrenta desafíos significativos en la actualidad, se espera que las expansiones y mejoras planificadas en los próximos dos años y medio alivien la presión y permitan una mayor integración de las energías renovables en la red eléctrica de República Dominicana.

Por ello es que las licitaciones de energías renovables empiezan a cobrar sentido en la dinámica del mercado. Al respecto, Velazcodestacó que República Dominicana necesita fortalecer su regulación y desplazar las concesiones provisionales y definitivas en favor de licitaciones transparentes y democráticas.

“La regulación dominicana lastimosamente todavía tiene las figuras regulatorias para que exista una concesión provisional y una concesión definitiva y a las licitaciones el gobierno puede hacerlas excepcionalmente y bienvenidas sean porque son la manera más democrática y transparente para avanzar. Aquí en República Dominicana todos estamos de acuerdo en cambiar la ley y en que hay que quitar eso de concesión provisional y definitiva, que son muy discrecionales al ser decididas por una junta directiva de seis personas; mientras que una licitación tiene toda la transparencia que se requiere y el mundo entero lo hace así”, observó.

Y, a partir de allí, concluyó: “El reto de una licitación es cuando entran esos MW. Yo diría, siendo muy sincero, que cualquier proyecto renovable greenfield que empiece de cero tiene posibilidad, porque le tomará 20 o 24 meses y, en ese tiempo, una o dos de las 14 líneas estará lista; pero, hay que tener mucho cuidado con eso, porque si no se hace algo al respecto, acelerando la infraestructura o poniendo baterías, el operador no va a poder operar”.

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