Por DAVID WETHE Y SERGIO CHAPA
Baker Hughes Co. espera que hasta cuatro proyectos de gas natural licuado en todo el mundo adopten una decisión final de inversión este año en medio de una reactivación mundial del combustible después del colapso inducido por la pandemia del año pasado.
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El segundo proveedor de equipos y servicios petroleros más grande del mundo ha logrado capear el peor accidente de crudo de la historia gracias a su otro negocio de suministro de equipos de GNL. La unidad que alberga su trabajo de GNL fue el único de sus cuatro segmentos que impulsó las ventas del cuarto trimestre respecto al año anterior, dijo la compañía el jueves en un comunicado.
“Para 2030, todavía necesitamos tener una capacidad de aproximadamente 650 a 700 millones de toneladas de GNL”, dijo el director ejecutivo Lorenzo Simonelli a analistas e inversores el jueves en una conferencia telefónica. “Está viendo entre 50 y 100 millones de toneladas de FID en el transcurso de los próximos tres o cuatro años”.
La industria del GNL tuvo un gran impacto en 2020 cuando se cancelaron más de 100 cargamentos estadounidenses del combustible debido a que la pandemia de coronavirus provocó una caída de la demanda y los precios mundiales. Solo un proyecto llegó a una decisión final de inversión el año pasado. El panorama de la demanda cambió durante el invierno cuando el clima gélido en Europa y el norte de Asia hizo que los precios al contado se dispararan, lo que aumentó la posibilidad de reanudar las conversaciones comerciales con los desarrolladores de GNL de todo el mundo.
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